Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Venezuela

Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Venezuela


El Ejército de Liberación Nacional (ELN) es la última insurgencia activa en Colombia y el principal actor criminal de la frontera colombo-venezolana. A partir de su presencia en el eje fronterizo entre ambos países, emprendió un proceso de expansión en territorio venezolano.

En los últimos años, la presencia y operatividad del ELN en Venezuela lo convirtió en una guerrilla binacional, y en uno de los grupos criminales más importantes en Suramérica. Está involucrado en varias economías ilegales, como la minería ilegal, el narcotráfico y la extorsión.

Historia

El ELN surgió en los años sesenta, época en la que Colombia estaba saliendo de un periodo conocido como La Violencia. Durante este tiempo, los movimientos religiosos y estudiantiles, algunos inspirados en la Revolución Cubana, ganaron fuerza en el país.

Los segmentos más radicales de estos movimientos se convirtieron en el corazón del grupo guerrillero desde julio de 1964, cuando la pequeña insurgencia armada comenzó a entrenar en San Vicente de Chucurí, en el departamento de Santander, al nororiente de Colombia. Seis meses después, el 7 de enero de 1965, los rebeldes invadieron Simacota, un pequeño municipio de Santander, anunciando oficialmente su presencia bajo la comandancia de Fabio Vásquez Castaño.

Luego de algunos años de operaciones clandestinas, el ejército de Colombia realizó una ofensiva contra el ELN en el departamento de Antioquia, la cual casi diezmó su cúpula y obligó a la guerrilla a replegarse en el departamento de Arauca, al oriente de Colombia, en la frontera con Venezuela. Allí, una de las unidades más emblemáticas, el Frente Domingo Laín, se convertiría en una pieza clave en el futuro de la guerrilla.

El ELN comenzó a utilizar Venezuela como refugio de los operativos de las autoridades colombianas desde los años ochenta, lo que convirtió el estado fronterizo de Apure en la retaguardia internacional de la guerrilla. En un inicio, los gobiernos venezolanos eran hostiles a la presencia del ELN, en particular después de que ocho infantes de marina fueron asesinados por la guerrilla en el estado Apure en 1995. En 1998, el gobierno venezolano autorizó a Colombia a entrar en su territorio y perseguir a guerrilleros que se habían refugiado allí después de un ataque.

Sin embargo, la llegada a la presidencia de Hugo Chávez en 1999 significó un cambio hacia una actitud amistosa con el ELN y con las ahora desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Inicialmente considerado como un territorio de refugio para las tropas que eran perseguidas por la fuerza pública en Colombia, Venezuela fue adquiriendo una mayor importancia estratégica y financiera para el ELN a medida que encontraron nuevas rentas ilícitas y un gobierno benévolo que toleraba su presencia. 

Eso, junto con la creciente presión de las fuerzas de seguridad colombiana, los ataques de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), una federación de grupos paramilitares cuyo objetivo era erradicar las guerrillas, y una relación ambivalente con las FARC, llevó a que el ELN empezara a moverse con más frecuencia dentro de Venezuela.

En 2016 las FARC firmaron un acuerdo de paz con el Gobierno de Colombia y salieron de territorios estratégicos en la frontera. El ELN comenzó a luchar con otros actores criminales por el control de la frontera colombo-venezolana.

El control sobre secciones de la frontera no solo les permitió manejar corredores de contrabando y droga entre ambos países, sino que garantizó una ruta para movilizar tropas entre Colombia y Venezuela, lo que les permitía huir de los operativos de las autoridades colombianas con rapidez y preparar ataques desde Venezuela.

Hoy, el ELN usa estados como Apure para que sus combatientes y líderes se escondan y manejen negocios ilegales como el tráfico de drogas y el contrabando de gasolina. Además, la guerrilla ejerce un fuerte control social en zonas de ese estado, actuando como un poder de facto, resolviendo controversias entre los ciudadanos y manteniendo un tipo de orden criminal.

La presencia del ELN en Venezuela va más allá de los Estados fronterizos. InSight Crime ha podido confirmar que la guerrilla está en al menos en 40 municipios de 8 de los 24 estados del país, algunos tan alejados como Anzoátegui, al oriente del país, cerca al mar Caribe.

Esta presencia le ha permitido al grupo crear emisoras clandestinas, controlar la distribución de comida, especialmente a través de las cajas de alimentos proporcionadas por el Estado conocidas como los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), incursionar en la minería ilegal y controlar zonas de producción de cocaína.

Además de diversificar sus operaciones económicas, el ELN ha incrementado significativamente su número de miembros en Venezuela. Se estima que de sus 6.000 combatientes, alrededor de 1.000 están presentes en territorio venezolano.

Liderazgo

El ELN tiene una estructura federada, en la cual los frentes guerrilleros actúan con relativa independencia de la influencia del Comando Central (COCE), principal estructura de representación de la guerrilla, lo que le entrega un alto grado de autonomía y poder a los comandantes de los ocho Frentes de Guerra en Colombia y Venezuela.

Los líderes más importantes del ELN actualmente son Eliecer Erlinto Chamarro, alias “Antonio García”, actual jefe de la guerrilla.

Otro importante líder del ELN, Israel Ramírez Pineda, alias “Pablo Beltrán”, segundo al mando y representante frente a las conversaciones de paz con el gobierno de Colombia en Cuba, ha viajado a Venezuela en numerosas ocasiones para discutir con Pablito y Antonio García el futuro de las conversaciones de paz.

Se presume que el líder natural del Frente de Guerra Oriental, Gustavo Aníbal Giraldo, alias “Pablito”, está en Apure, Venezuela. Hoy en día es uno de los comandantes con mayor relevancia dentro del ELN. Desde 2018, Pablito es requerido por la Interpol a través de una circular roja por varios delitos.

Otro líder de la guerrilla del que poco se sabe, Jaime Galvis Rivera, alias “Ariel”, también estaría escondido en Venezuela.

Geografía

La presencia del ELN en Venezuela no ha dejado de crecer en los últimos años. La información recopilada por InSight Crime confirma que la guerrilla colombiana está presente en 8 de los 24 estados de Venezuela, donde se reparten la presencia en más de 40 municipios.

Los estados donde el ELN tiene mayor presencia son Zulia, Táchira, Apure y Amazonas. En los cuatro la guerrilla se asentó en municipios fronterizos que les permite controlar economías criminales y garantizar la movilidad entre Colombia y Venezuela. Allí, actúan por medio de los Frentes de Guerra Norte, Oriental y Nororiental. 

El ELN también ha extendido su presencia a estados en el centro y este de Venezuela, como Bolívar, Anzoátegui y Guárico.

Aliados y enemigos

Las alianzas más importantes del ELN en Venezuela son con elementos estatales de ese país, las cuales le permiten actuar con cierta libertad en su territorio. Esto se ve aún más en los estados fronterizos con Colombia, donde la guerrilla se relaciona con agentes de las fuerzas de seguridad y los gobiernos locales; aunque estas relaciones, al estar mediadas especialmente por el beneficio mutuo, podrían no ser tan estables.

Detalles de la posible alianza entre el ELN y el Gobierno de Venezuela fueron revelados por el entonces comandante y líder de las conversaciones de paz del ELN Pablo Beltrán, quien explicó que han tenido enemigos en común con el Gobierno de Maduro.

Mientras tanto, un aliado inesperado del ELN es la Segunda Marquetalia, un grupo de excombatientes de las FARC que abandonaron el proceso de paz y volvieron a las armas en 2019.  Desde 2021, altos mandos de ambos grupos empezaron a reunirse en Venezuela para discutir la expansión criminal a lo largo de América Latina.

Por otro lado, los enemigos principales del ELN han sido otros segmentos de las disidencias de las FARC en Apure y Arauca, como el Frente 10, asociado al Estado Mayor Central, otra facción disidente de las FARC. A través de un comunicado conocido a principios del 2022, este grupo le declaró la guerra al ELN. 

Perspectivas

Actualmente, el ELN está en una encrucijada entre la paz y la continuación de la guerra.

El Gobierno de Colombia y la guerrilla anunciaron el retorno a las conversaciones de paz en octubre de 2022, luego de que un ataque del ELN en Bogotá en 2019 acabara con el ciclo anterior. En este nuevo impulso de los diálogos de paz, el presidente Nicolás Maduro aceptó ser garante de las conversaciones, en lo que parece una admisión de que, sin el papel de Venezuela, el ELN nunca dejaría las armas.

Sin embargo, no está claro qué incentivos reales tiene el ELN en Venezuela para desarmarse. Allí la guerrilla controla partes de la minería ilegal, el contrabando y el narcotráfico, lo que le dan dinero suficiente para seguir en la criminalidad.

A esto, se le suma la importancia del ELN para el Gobierno de Venezuela. A medida que esta guerrilla fue exhibiendo su disciplina y capacidad militar en su expansión por suelo venezolano, demostró su potencial como un actor armado que le garantiza al régimen la gobernanza en territorios estratégicos, poblaciones y economías ilícitas.



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