Luis Beltrán Prieto Figueroa: El Maestro de América

Luis Beltrán Prieto Figueroa: El Maestro de América


Hoy, cuando sus restos reciben el honor del Panteón Nacional, quiero con la sensible humildad y orgullo parental, dedicar estas líneas para resaltar actos y hechos de nuestra relación ligada en lo familiar y en lo social, que nos llevaron a sentir el ya mencionado orgullo. Inicio esta remembranza resaltando la falacia que se ha querido entronizar como un falso ideal del Maestro Prieto, con cuya personalidad socialdemócrata, se quiere transformar en símbolo del falso socialismo movido por la ignorancia socio política que tratan de impulsar como una verdad “revolucionaria” de la parodia bautizada como “bolivariana”.

Luis Beltrán era antimilitarista, en el entendido que aborrecía lo militar. Algo comprensible, por cuanto de la asonada del 45, que fue una asonada militar, estuvo entre los llamados a compartir gobierno como miembro de AD, pero luego, en 1948, fueron traicionados por los mismos jefes militares que gobernaron con ellos. Era un antimilitarista sin rencor; de mi memoria no podría borrar la dimensión de las palabras del Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa, pronunciadas el 6 de  mayo de 1961, cuando por disposición transitoria de la Constitución aprobada el 23 de enero, se incorporaba el general en jefe Eleazar López Contreras al senado –Decía- “En esta Cámara usted tendrá el respeto y la consideración que se merece por sus altas ejecutorias… y porque a pesar de las ideas que nos han colocado en causas diferentes, hemos colaborado en la estabilización de la República y en la creación de un clima de concordia y de paz en este país, en donde los rencores se ponen por encima de las transitorias peleas políticas para construir una patria que siendo de todos nos pertenece a cada uno de nosotros…”

En el ambiente literario, retrotraído de la historia, ubicamos al Maestro Prieto como un mago de las letras y del verbo, y a un pintor de libros que, como el mismo bautiza en su obra poética: “Isla de Azul y Viento”, “Es un muro largo a la orilla del mar, pintado con una brocha de pintar barcos que encontré abandonada en la playa”. “Es un muro vivo donde se quiebra el viento y se oyen las voces de un pueblo amaneciéndose, que canta en los caminos, que llora y gime en las horas de íntima congoja, pero que ostenta la firme voluntad de seguir adelante”. Dirá siempre: ¡Mañana será mejor¡

La riqueza literaria, especialmente poética del Maestro Prieto, nos permite conocer el personaje, para quien “Cada pueblo tiene además de su raíz humana, lo que está en la conciencia de todos, transmitido por la herencia y por el medio, lo que inventaron para él, mito y leyenda…su herencia cultural”. Para quien el pueblo lucha enfrentado al muro, “hecho de amor”, donde “la armagasa es sangre pura del pueblo” y, donde: “Sobre las almenas ondea la esperanza”.

De su voz y la lectura de su pensamiento escrito en prosa y verso, he dicho, que después de su encuentro con la Venezuela empantanada durante la dictadura gomecista, vi al político como mago, al pintor del azul de mar y cielo, del verde de las montañas, del rojo de la tierra pelada que castiga el sol, del amarillo de cielo atardecido, del color de las flores, alas, trinos y pájaros.

Destaca del Maestro Prieto el don de la locación. Su gran habilidad para encontrar cotejo y significado expresivo de las locuciones. En su ensayo analítico de la poesía de Andrés Eloy Blanco, da significado al tejer y destejer como formas de expresión de la existencia del hombre, donde el poeta, en su labor de aguja o devanadora, es lanzadera que va y viene realizando la total obra social que el arte debe cumplir.

Es el poeta que aplica la prosa para engalanar beldades literarias y el contumaz crítico que aún con picardía, engalana también la travesura disparatada pero certera. Muy frecuente su expresión: “injerto de morrocoy con gallo”, para significar la locura hecha realidad. Esto diría del adefesio “revolucionario” del que quieren hacerlo copartícipe.

A Luis Beltrán se le conoció como un ateo no anti clérigo. Sin embargo, a pesar de su gran poder político, no atacó a la Iglesia, aún, cuando se le endilga la autoría como ministro de educación del decreto 321, supuestamente contra la educación privada, para entonces totalmente religiosa.

Esa obra escrita y recordada tiene un calificativo en el presente: “paradigma de la educación universal”.

Como político llegó al Senado de la República el 19 de abril de 1936 como senador suplente designado por la Asamblea Legislativa del Estado Nueva Esparta. En el Congreso, siempre tolerante, se hizo la voz de Prieto: ¡Pido la palabra! Expresión famosa con la que adornó toda su trayectoria parlamentaria y encabezó su columna en diarios y revistas. Tal vez, en la tribuna parlamentaria se encuentra su mejor obra docente.

Luis Beltrán Prieto siempre se declaró hombre de izquierda. Ya entre 1936 y 1940, como senador, participó en este período que él mismo consideró de agitación extraordinaria, en el que se comenzó a construir el pensamiento social venezolano.

El nombre y la obra de Luis Beltrán Prieto Figueroa están asociados a los progresos de la pedagogía, la educación y a las conquistas democráticas de la Venezuela del siglo XX. Hoy, en el siglo XXI, este eminente venezolano es fuente de inspiración de las políticas educativas que adelanta y adelantará el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela”. Es cierto que Prieto inicia la divulgación de algunos principios y métodos de la corriente pedagógica, tendiendo a formar del niño un venezolano útil a la sociedad, en democracia y libertad. Evidentemente, hacer del niño un hombre libre, al cual lo conduciría Escuela Activa, que es la que permite al educando aprender haciendo sin ideologización. Solo los preceptos familiares participarían en la formación primaria y religiosa. Debemos entender que la llamada educación tradicional, es aquella ideologizadora, la del magister dicci, que es la base de la educación comunista. Es erróneo el concepto de que el Estado docente tiene derechos. Los derechos son de los ciudadanos. El Estado solo tiene obligaciones y el gobierno solo puede hacer lo que le indique la sociedad. Es la Constitución la que dice como debe hacerse.

¡Hoy es un día para recordar, cuando los restos de “El Maestro de América” reciben el honor del Panteón Nacional!

@Enriqueprietos



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