«Hemos cambiado la mentalidad de este equipo», resaltó el entrenador del Granada femenino, Arturo Ruiz, tras las tablas con el Atlético de Madrid en Los Cármenes. «Estamos jodidas por empatar contra un rival de esta entidad; eso es meritorio. Fue un punto insuficiente, como … la semana pasada en Ipurua. Hubo muchas fases diferentes en el partido y el equipo supo responder a todo», destacó el técnico, en un nuevo reencuentro con el club en el que se formó, no sin enviar un sentido abrazo en consonancia con el homenaje del fútbol español a todas aquellas personas que sufren o han sufrido por cáncer directa o indirectamente en el marco de la conmemoración del día mundial contra esta enfermedad.
«Sabíamos que cuanto más largo se hiciera el partido con empate, más posibilidades teníamos de ganar por lo distintas que venían siendo las dinámicas de resultados para los dos equipos en los últimos meses. Lo psicológico iba a correr a nuestro favor», subrayó Arturo Ruiz. «Estuvimos muy convencidas con balón cuando menos lo tuvimos, y en la segunda parte fuimos creciendo también por el desplome del rival hasta crear bastantes oportunidades como para casi ganar», abundó, justificando que «el desgaste defensivo afectó a la precisión por el cansancio en las acciones de finalización».
«Resolvimos muy bien situaciones a las que estamos poco acostumbradas, como en defensa. Resalto el trabajo colectivo», apuntó el entrenador del Granada femenino, a quien le hizo ilusión recibir en Los Cármenes a su exequipo, «con cariño por muchas de sus jugadoras», aunque se limitase «a la profesionalidad». «Venir a este estadio nos genera algo diferente que nos encanta. Estoy muy orgulloso del trabajo del equipo aunque no pudiéramos ganar; esto nos hace crecer», subrayó.
Por parte del Atlético de Madrid, el entrenador Víctor Martín elogió el «grandísimo trabajo» que viene haciendo el Granada. «Empezamos con imprecisiones que no nos permitieron tener control, y con el paso del tiempo fuimos teniendo más con alguna ocasión también en la que debimos estar más finas, pero al final sí es verdad que hubo un ida y vuelta que nos perjudicó. Sabíamos que el Granada también ataca por transiciones, con una jugadora tan vertical como Edna, y teníamos que adaptarnos y tratar de no perder el balón rápido, que fue lo que nos pasó al final», lamentó.
