Simplemente el hecho de abandonar el Santiago Bernabéu con la sensación de que el punto había sido un mal menor ya denota que la mentalidad con la que se presenta el Atlético a los derbis nada tiene que ver con la que se vivía antes de que Simeone empezara a cambiar la historia con el triunfo frente al Real Madrid en la Copa del Rey de 2013. Sin embargo, los números también refrendan un cambio de tendencia que habría alcanzado una igualdad absoluta de haber sonreído a los rojiblancos algunos detalles: desde jugar en superioridad durante 75 minutos si Ceballos hubiera sido expulsado a poder liquidar a su eterno rival antes del descanso si el césped no hubiera jugado una mala pasada en algunas de las ofensivas lanzadas por los del Cholo antes del descanso.
Una jugada de VAR clave
Pese a que en el Atlético se cree que el arbitraje de Soto Grado fue correcto (pese a las quejas locales por el penalti se entiende que se trata del mismo criterio que se aplicó para señalar pena máxima a Vinicius en el Reale Arena o en el Athletic-Girona del mismo sábado), también se lamenta que el VAR no haya entrado para corregir el pisotón de Ceballos a Barrios. En este sentido, se tiene el convencimiento, tal y como expresó en su día Gil Marín en un comunicado precisamente después de que se perdonara la segunda amarilla al utrerano en otro derbi, que la presión que se somete a los colegiados desde la acera de enfrente es tal (principalmente con los videos desde su televisión) que actúan condicionados. Por eso se justifica que De Burgos Bengoetxea no haya instado a su compañero a revisar una jugada que no ofrece dudas.
Ceballos pisa a Barrios
Un cambio de tacos ‘obligado’ por el verde
Pese a que se trata de algo mucho veces imperceptible, el vestuario también comprobó que el techo del Bernabéu también tiene su incidencia en el juego, tal y como denunció por ejemplo en su día Guardiola. Lo cierto es que el Atlético, como verbalizó Simeone tras el partido, podría haber hecho más daño de haber resuelto mejor varias de sus contras. Una falta de concreción que no sólo se debió a una mala toma de decisiones en los jugadores, sino en la dificultad de varios de ellos en realizar controles y giros, principalmente por la dureza del césped, como consecuencia del calor que provoca la cubierta. Tanto es así, que fueron varios los rojiblancos que tuvieron que tomar medidas al descanso, cambiando los tacos, algo que se tradujo en mayor precisión.
ÁNGEL RIVERO
Mucho más que un rival digno
Más allá de estos pequeños detalles que pueden cambiar un partido (del mismo modo que el remate al travesaño de Bellingham que podía haber puesto en ventaja al Real Madrid), lo cierto es que más allá del resultado final, en el Bernabéu ya tienen asumido que el Atlético de Simeone ya es un rival que le mira a los ojos. De hecho aquella búsqueda de ‘un rival digno para los derbis’ que rezaba una pancarta en sus gradas tras 14 plácidos derbis ha derivado en duelos que pueden caer de cualquier lado. No en vano, los rojiblancos encadenan los cinco últimos en LaLiga sin caer derrotados, lo que supone la segunda mejor racha después de que entre 2013 y 2016 llegaran a acumula cuatro triunfos y dos empates.
EFE
Otra historia con El Cholo
Además de las dos Ligas y la Supercopa de España que sucedieron a aquel título de Copa de 2013 en el que cambió la historia de los derbis, Simeone también ha conseguido discutir el mandato en la capital a todo un Real Madrid. Así, pese a las dos finales de Champions perdidas (la segunda sin llegar a perder el partido), lo cierto es que la igualdad es máxima y las comparaciones odiosas: desde la conquista copera en el Bernabéu se han sucedido 42 derbis con 13 victorias del Madrid, 12 del Atlético y 17 empates, cuando en los 42 enfrentamientos anteriores el balance era de 29 triunfos blancos, sólo dos rojiblancos y 11 igualadas. Sobran las palabras.