La Inteligencia Artificial ha cambiado la manera en la que consumimos el arte y el entretenimiento. Ahora, más que una herramienta de apoyo para el ser humano, muchos temen que se trate de su paulatino reemplazo. Aún es pronto para confirmarlo, pero lo cierto es que, desde chatbots, hasta imágenes y vídeos generadas completamente mediante la IA, estos sistemas no paran de sorprendernos.
En las últimas semanas, hemos visto en redes sociales una tendencia que parece que no da tregua, incluso marcas y empresas conocidas han realizado su propia versión. Se trata del trend de Estudio Ghibli, inspirado en las famosas animaciones japonesas de Hayao Miyazaki, quien, de hecho, ya se ha pronunciado afirmando que estas imágenes son un “insulto a la vida misma”.
Sin embargo, el enfado de Miyazaki no es el único de problema que rodea a esta tendencia. Con anterioridad se ha hablado de las cantidades de agua que los chatbots o sistemas de IA como ChatGPT, Gemini o Grok gastan por pregunta o uso. Y es que, aunque sea difícil de entender, detrás de todos los usos que puedes darle a la IA existe un alto costo ambiental que plantea interrogantes respecto la sostenibilidad de estas tecnologías.
¿Cuánta agua se necesita para generar una imagen con IA?
La clave para entender cómo este servicio consume agua de la manera en la que la IA puede llegar a hacerlo está en las cantidades de energía que usa. ChatGPT, Gemini y Grok son programas que se encuentran alojados en centros de datos distribuidos en todo del mundo. Para entenderlo mejor, imagina un ordenador gigante que, como el que tienes en casa, se sobrecalienta con el uso.
Cada minuto hay millones de personas haciendo uso de este ordenador que hemos puesto como ejemplo y, por tanto, necesita un sistema de refrigeración que le permita continuar sus tareas sin averiarse. En este contexto, los servidores que alojan las IA activan procesos para enfriarse, a base de agua.
Según datos del MIT Technology Review, el consumo de agua en los servidores mundiales ha aumentado un 30 % en los últimos cinco años debido a la popularidad de los modelos de IA. Además, esta misma publicación reveló que entrenar un modelo avanzado como ChatGPT puede consumir tanta agua como la necesaria para fabricar 370 coches BMW, es decir, al rededor de 700 mil litros.
En el caso de las imágenes, un informe de la Universidad de Colorado, Riverside y la Universidad de Texas, Arlington, concluyó que cada imagen generada por IA puede consumir entre 2 y 5 litros de agua.
Posibles soluciones para disminuir el consumo de agua en el uso de la IA
Empresas como Meta, Google y Microsoft ya están trabajando para desarrollar un proceso que reutilice el agua consumida a través de diferentes formatos como la recirculación, evaporación con recuperación o el uso de “aguas grises”. Además, Google ya se ha comprometido a reponer el 120% del agua que utiliza para 2030, aunque apenas alcanzó un 18% de reposición en 2023.
En un contexto en el que la innovación y la sostenibilidad deben, por obligación, ir de la mano, la regulación y el compromiso de las empresas por encontrar alternativas ‘eco-friendly’ jugarán un papel crucial desarrollo de la IA.