La guerra comercial iniciada por Trump va tomando derroteros inesperados y uno de ellos es el que tiene que ver con ‘el botón nuclear económico’ que China tiene como as en la manga. Es, después de Japón, el principal tenedor de la deuda pública … de la primera potencia mundial. Según datos del Tesoro norteamericano, el gigante asiático acumula 759.000 millones de dólares en bonos. Representa el 9,6% del total de tenencias extranjeras y el 3% del total de la deuda pública estadounidense. Un arma que podría hacer mucho daño si decide venderla masivamente. Funcionaría como una carga de profundidad dirigida al corazón financiero de EE.UU. y al dólar. Una opción que mantiene en reserva, pero si el mandatario estadounidense sigue escalando la tensión las decisiones de China podrían ser más drásticas y provocaría perturbaciones en los mercados financieros del mundo, incluidos en los de Pekín. Y si bien, hasta ahora, no ha apretado este botón, sí parece haber presionado un botoncito.
China ha estado vendiendo durante años poco a poco la deuda de EE.UU. El problema es si decide apretar el acelerador. Para Fernando Cortiñas, profesor del IE Business School, eso sería un verdadero «quilombo financiero».
Una alerta sonó entre los analistas estos días cuando se vio que mientras las bolsas bajaban y los inversores entraban en pánico se detectaba que el bono estadounidense a diez años registraba un repunte hasta el 4,51%. La conclusión es que China estaba vendiendo deuda en cantidades más grandes.
Cortiñas explica a ABC que para empezar es necesario entender que EE.UU. exportó al país asiático productos por valor de 143.000 millones de dólares en 2024, pero importó de Pekín bienes por valor de 438.000 millones, con lo que la diferencia a favor del gigante asiático es de 295.000 millones. Los americanos tienen de esta forma un déficit con China, eso quiere decir que tienen que emitir dólares. «China puede decir que le dé los dólares para usar una parte, y con el resto comprar títulos de deuda del Tesoro de EE.UU.», señala. El tema ahora es que si sale a vender masivamente estos bonos su valor cae.
«Imaginemos que usted es el gobierno americano y ofrece bonos de deuda a los inversores de 100 dólares al 4% de interés, ahora viene China y me ofrece el mismo bono, pero a 80. Los inversores prefieren comprárselo a China porque es más barato», explica. Así se presiona a EE.UU., porque si tiene un déficit nuevo, que tiene que financiar, va a necesitar sacar más deuda, pero para competir con China tendrá que ofrecerla a tasas de interés superiores, al 5%.
Al mismo tiempo, se le cierra el mercado chino que antes le compraba la deuda. Y al liquidarse de golpe todos estos bonos, manda una señal de desconfianza al mercado. El dólar pierde credibilidad como moneda de reserva. Llevando a que la gente puede querer vender dólares, pero no comprarlos. «Y cuando se vende mucho de algo su precio cae, y esta moneda se deprecia. La gente quiere comprar otras cosas para quitarse los dólares de encima. Y adquiere oro, euros o yuanes», dice Cortiñas.
Otro efecto imprevisto que provocaría la venta de la deuda estadounidense, para Cortiñas, es que EE.UU. tiene déficit en el sector público porque el gobierno gasta más de lo que ingresa y uno de sus gastos públicos más notorios es en defensa. «Si tienen que poner en orden las cuentas fiscales, porque China ha decidido apretar al máximo, va a tener que recortar o bien en sectores como salud –lo que es muy impopular– o en defensa. De esta forma, se logra debilitar militarmente a la primera potencia, que es lo que nadie dice», apunta.
Además, si los compradores de deuda ven a EE.UU. como un valor arriesgado van a pedirle unos intereses más altos. «Para hoy, EE.UU. tiene dinero, pero está comprometiendo una deuda con más intereses para el año que viene, que va a tener que refinanciar. Y si no puedes pagar la deuda entras en una bicicleta financiera que puede terminar, teóricamente, llevando a Estados Unidos a la quiebra», afirma.
Pero con todo esto China se dispara al pie al apretar el botón nuclear económico. Primero porque está vendiendo deuda muy barata. Y también porque si el dólar se deprecia, el yuan se aprecia y sube. Pero a medio plazo las exportaciones de productos chinos pasan a ser más caras. «Aunque China pierde, de perdidos al río ha conseguido antes hundir a EE.UU. Y eso nos metería a todos en una crisis como la del 30», sentencia. Al final, nadie ganaría. Sin embargo, seguimos expectantes ante escenarios nunca vistos donde lo que resultaba impensable se puede producir.