El Madrid, que no el madridismo, se cansó de negar la evidencia una y otra vez nada más arrancar la pretemporada. Una plantilla que perdía a Toni Kroos, dueño y señor del juego blanco, y a otras dos piezas, Nacho y Joselu, que sin ser las más mediáticas de todo el elenco blanco le servían a Ancelotti a dar sentido a su plan, uno que se ha evaporado ocho meses después de conquistar la Decimoquinta. Pidió un centrocampista y un defensa… y le trajeron dos delanteros, Mbappé y Endrick. Así las cosas, al italiano le tocó jugar con un tablero de ajedrez, nunca mejor dicho tras el tifo blanco en el día de ayer, con menos piezas de las esperadas.
Sin embargo, no hay excusa posible tras una dura eliminatoria (5-1 en el global) que deja muchos señalados tras una lección de los de Arteta que saca a la luz tres simples cosas que el Madrid no ha querido hacer. Y es que como no todos los días pueden darse los milagros en el Bernabéu, la moneda esta vez no quiso salir cara, tan solo hay que mirar al rival para entender la sencillez con la que se puede pasar de una debacle a un equipo bien trabajado y con las ideas claras. La llegada de Mbappé, que iba a completar un elenco maravilloso, no es culpa del naufragio del Madrid en su competición, pero si parte de un problema que no han sabido ni querido solucionar. La calma ‘gunner’ fue suficiente para destruir en pedazos la mística de un estadio que sí dio la cara.
Trabajo de sus estrellas
“El día que acabe aquí, solo voy a hacer una cosa: dar las gracias a este club. Puede ser en un día, en un mes o en un año“, aseguró Carlo antes de una eliminatoria que podría haber puesto el punto y final a su más que brillante paso por el Madrid. El entrenador italiano merece todo el reconcomiendo posible y más respeto del que está recibiendo después de escribir de su puño y letra parte de la historia del Madrid. Sin embargo, de su impecable gestión quizás lo único que se le puede achacar es más dureza con sus jugadores de ataque para exigirles, que no pedirles, más actitud y compromiso.
Filtra Mikel Merino y la pica Saka ante la salida de Courtois
“El equipo dio todo a nivel de actitud. No siempre fuimos capaces de hacerlo. Con respecto al año pasado, ha faltado un poco de actitud colectiva“, así de simple. Y es que que no se lo exija a sus jugadores… no quiere decir que no lo vea. Solo hay que ver a los atacantes de Arteta para entenderlo todo. Saka, Martinellli y Mikel Merino demostraron que es posible atacar y cumplir con sus obligaciones defensivas. Los extremos parecieron por momentos laterales dentro del esquema de Arteta. Incasables ayudas de los jugadores de ataque que choca frontalmente con lo visto en el Emirates por parte de la BMVR. “Olvídate del penalti y del gol, lo que hiciste sin balón fue lo que más me impresionó. Solo por eso puedes volver a intentar picar la pelota en otro penalti”, le dijo Henry al inglés tras el partido.
La cantera está para algo
Esto puede llevar a confusión. Cierto es que Raúl Asencio se ha asentado en la mermada defensa del Madrid, pero su llegada al primer equipo es mera ‘casualidad’. En verano, el central español no era, ni de lejos, la primera opción de todas. Por delante estaba Joan Martínez, que se rompió el cruzado en pretemporada, y Jacobo Ramón, que se lesionó justo antes de subir el 35 al primer equipo. Explicado en otras palabras, si la tercera opción ha rendido a este nivel… eso quiere decir que La Fábrica tiene mucho más de lo que desde arriba piensan.
Nos ha faltado fútbol, intensidad, ganar duelos, ser competitivos… y, también, enfrente había un rival que ha sido superior a nosotros
Y en el Arsenal… no dudan en explotar su cantera para nutrir al primer equipo de talento joven. El mejor ejemplo de todos, no hace apuntar su nombre porque ya es una realidad, es Myles Lewis-Skelly. A sus 18 años, en un escenario de máxima exigencia, completó una actuación digna de estudio. La empresa no era nada fácil y salió victorioso en cada una de sus acciones defensivas. Fue el jugador del Arsenal con más duelos ganados (9 de 11), más faltas recibidas (5), cuatro recuperaciones y no le regatearon ni una sola vez… haciendo tan solo una falta. Poco más que añadir para un futbolista que está disfrutando de su primera temporada como profesional. Así las cosas, no parece descabellado que Loren Aguado, Valde, Diego Aguado o Fortea podrían demostrar su valía si les diesen la oportunidad.
Una falta de fútbol y de ganas
El Madrid ha sufrido en fase de grupos, en dieciseisavos, en octavos… antes de caer eliminados de manera dura en cuartos de final. La ‘busiana’ marcó la previa, con Ancelotti citando a la cabeza, el corazón y los cojones antes de recibir a un equipo bien trabajado y con los automatismos suficientes como para no amedrentarse a la mística del estadio. “Nos ha faltado fútbol, intensidad, ganar duelos, ser competitivos… y, también, enfrente había un rival que ha sido superior a nosotros”, explicó de manera sencilla Ceballos.
El portero del Real Madrid dio la cara en zona mixta tras la derrota de su equipo.
La lesión de Ceballos cierto es que perjudicó los planes de Carlo, pero no es excusa. En el banco dejó a Modric y el Madrid se apagó por completo en la construcción de la jugada. Valverde, que acabará siendo un gran creador de juego porque no hay nada con lo que no pueda, no fue capaz junto a Tchouaméni de darle la pausa necesaria hasta encontrar el hueco. “Tenemos que aceptar la eliminatoria y los palos que van a dar. Debemos tener la cabeza alta porque en esta competición lo hicimos muy bien en los últimos años”, aseguró Carlo. No es excusa, al Madrid le faltó juego para que la remontada no se quedase en la grada. Porque cuando las cosas no terminan de arrancar arriba que menos que dejarse la piel. Sin presión ni ganas de nada, el Arsenal se marchó del Bernabéu con dos goles… porque no necesitó más. De haber querido…