El escritor peruano Mario Vargas Llosa, ganador del Premio Nobel de Literatura y una de las figuras más influyentes de la literatura en español, dejó un legado literario que perdurará por generaciones tras su fallecimiento. Sin embargo, su vida personal, especialmente sus relaciones amorosas, también captó la atención pública. A lo largo de su vida, el novelista tuvo tres grandes amores que marcaron su existencia: su tía política Julia Urquidi, su exesposa Patricia Llosa, y la socialité española Isabel Preysler. Las diferencias de edad en cada una de estas relaciones fueron notorias y generaron gran curiosidad sobre cómo estas dinámicas influyeron en su vida y obra.
La primera relación seria de Mario Vargas Llosa fue con Julia Urquidi, hermana de su tía Olga, quien le llevaba 12 años. Mario, con apenas 19 años, conoció a Julia, de 31 años, cuando ella, recientemente divorciada, visitaba Lima. A pesar de la notable diferencia de edad, el joven escritor se sintió profundamente atraído por Julia, una mujer madura, de figura alta, elegante, con una voz ronca y una risa contagiosa que cautivó su atención y despertó su amor.
A pesar de las tensiones familiares y las dificultades para aceptar la relación, Mario Vargas Llosa y Urquidi se casaron en secreto en 1955. Sin embargo, la relación no fue duradera, y en 1961, el matrimonio terminó, ya que el escritor comenzó a sentir que la diferencia de edad “dramaticaba” su romance. Él mismo confesó que, a pesar de que Julia había sido una gran ayuda en su carrera, la pasión inicial se desvaneció y fue reemplazada por una rutina que empezó a sentirse como una “esclavitud”.

Después de su separación con Julia Urquidi, Mario Vargas Llosa comenzó una relación sentimental con su prima Patricia Llosa, hija de sus tíos Lucho y Olga, quien tenía 10 años menos que él. En este caso, el romance comenzó cuando Patricia tenía solo 15 años y el escritor 25 años. A pesar de la diferencia de edad, su relación se consolidó, y en 1965, después de cuatro años de convivencia, se casaron.
Esta relación fue significativa para Mario Vargas Llosa, tanto en su vida personal como profesional, ya que Patricia Llosa lo apoyó en su carrera literaria, y fue una presencia constante durante los años en que escribió algunas de sus obras más importantes. La pareja tuvo tres hijos: Álvaro, Gonzalo, y Morgana. La relación, sin embargo, también atravesó altibajos, sobre todo a raíz de diferencias personales y, según algunos informes, el distanciamiento del autor con su amigo Gabriel García Márquez.
A pesar de los conflictos, el amor y respeto mutuo se mantuvieron, y Mario Vargas Llosa nunca dejó de agradecer el apoyo y el amor de Patricia Llosa. En sus memorias y en su discurso al recibir el Nobel en 2010, mencionó a Patricia como su pilar fundamental. Aunque se separaron en 2015 después de 50 años de matrimonio, el vínculo entre ellos siguió siendo estrecho hasta el final de su vida.

En 2015, después de casi 50 años de matrimonio con Patricia Llosa, Mario Vargas Llosa comenzó una relación con Isabel Preysler, una socialité española a la que conoció en 1986. La relación no se hizo pública hasta ese año, cuando la ‘Reina de corazones’ tenía 64 años y el escritor 79 años, con una diferencia de 15 años. Las primeras fotos de la pareja fueron publicadas por la revista ¡Hola!, causando un gran revuelo mediático.
El romance rompió con la imagen pública del novelista, alejándolo del entorno intelectual que siempre lo había rodeado. La reacción de Patricia Llosa no se hizo esperar, y en un comunicado expresó su sorpresa y tristeza, dejando claro el impacto que esta nueva relación tuvo en la familia. A pesar de la controversia, la relación entre Mario Vargas Llosa y Preysler duró ocho años. Sin embargo, en 2022, la pareja se separó. El escritor, finalmente, encontró consuelo en la madre de sus hijos, con quien se reconcilió antes de su muerte.
