Como diría Hansi Flick: tres puntos más y un partido menos. Así de fácil, así de transparente y así de irrebatible. Solo faltan cinco jornadas para la conclusión de LaLiga 2024-2025 y el Barça acaricia el primero de los grandes títulos de la temporada -con permiso de la Supercopa de España-.
Y eso que el Mallorca no lo puso nada fácil. Lo de Leo Román en Montjuïc fue un espectáculo: 13 intervenciones de mérito que mantuvieron a los más de 45.000 aficionados azulgrana pegados a sus asientos y esperando impacientes que el colegiado Ortiz Arias decretara el final del encuentro.
ROTACIONES
Pero este Barça de Hansi Flick ha logrado algo fundamental en esta recta final de temporada: el técnico dispone de sus rotaciones, los jugadores responden y el equipo, sin necesidad de ofrecer su mejor versión, es capaz de sacar adelante partidos tan trabados como el del Mallorca. Fórmula que huele a campeón liguero.
El cocktail culé está a disposición para todos aquellos que quieran degustar de un equipo cada vez más competitivo sin esa necesidad de rayar a una altura excelsa. Por ejemplo: al Mallorca se le derrotó por un mínimo 1-0 y después de llegar al área rival en 40 ocasiones. Está claro que la efectividad del equipo no fue una de sus grandes virtudes.
FACTOR PEDRI
Es verdad que la pegada del equipo se resintió con Lewy en la grada y Raphinha inicialmente en el banquillo. Faltó gol, pero esa carencia quedó subsanada por las genialidades de Pedri -firmó una primera parte antológica-, la solidez de la defensa y la reivindicación de esos jugadores señalados -Flick no se mordió la lengua en los días previos- y que frente al Mallorca disfrutaron de los minutos reclamados con gestos más que ostensibles. El alemán les abrió la puerta en un choque delicado y los Ansu, Hécto Fort y compañía demostraron que tienen nivel más que suficiente para mantener el fortín en circunstancias como las de anoche.

Lamine Yamal y Ansu Fati durante el encuentro ante el Mallorca / AGENCIAS
La reválida del Mallorca sirvió para ahuyentar algunos fantasmas con nombres y apellidos. Empecemos por el propio Szczesny. El grosero error del meta polaco frente al Celta quedó subsanado repitiendo idéntica acción contra el Mallorca, aunque con resultado muy diferente. Dos salidas idénticas y espléndidamente solventadas. Otro buen partido de TEK a la espera de ver qué decide el técnico con el regreso de Ter Stegen.
Y qué decir de ambos laterales. Primeros minutos de agobio, en especial por banda de Héctor Fort, que acabaron disipándose con el transcurrir del tiempo. Nadie echó de menos a Koundé y Gerard Martín. Héctor cumplió con su rol adjudicado y lo de Eric ya roza lo escandaloso. Juegue donde juegue, siempre cumple. ¡Y con nota destacada!.
MOTIVOS PARA ESTAR CONTENTO
Flick tiene motivos más que sobrados para estar contento. Mientras unos jugadores disfrutan de su merecido descanso a las puertas de la final de Copa y de las semifinales de la Champions, otros futbolistas que se intuyen clave -Olmo y Ferran Torres- acumulan esos minutos imprescindibles para llegar con el colmillo bien afilado a las grandes finales. Ahí está el verdadero reto del triplete, pero para llegar a ese momento en las mejores condiciones posibles es imprescindible saborear el gol de Olmo y los tres puntos que permiten al Barça distanciarse, al menos durante unas horas, a siete puntos del Real Madrid.
Faltan cinco jornadas, pero a lo mejor no todas son necesarias.