Ha comenzado en París uno de los juicios más mediáticos, el del asalto que sufrió Kim Kardashian en 2016 durante su estancia en la capital francesa, cuando los ladrones se llevaron a punta de pistola joyas valoradas en cerca de 9 millones de euros del hotel en el que se estaba alojando. La empresaria vuelve a revivir esta pesadilla de la que dará todos los detalles el próximo 13 de mayo, cuando comparecerá en la sala Voltair del Palacio de Justicia, situado en la isla de la Cité. Este 29 de abril se ha celebrado la primera de las sesiones de este proceso que ha sufrido un inesperado giro que podría influir directamente en el desenlace.
“La señora Kardashian está reservando su testimonio para el tribunal y el jurado y no desea hacer más comentarios en este momento. Tiene un gran respeto y admiración por el sistema judicial francés y ha sido tratada con gran respeto por las autoridades francesas”, ha explicado el abogado de la empresaria, que viajará desde Los Ángeles para recordar que pasó. Aunque ahora que ha dado comienzo el juicio opta por hablar solo ante el juez, anteriormente sí se ha sincerado acerca esta traumática experiencia y del miedo que pasó durante el asalto, pensando que iban a matarla.
Hay un total de 12 personas imputadas, pero solo comparecerán 10. ¿El motivo? Uno de los hombres tiene problemas de salud que le impiden participar en el juicio y otro murió hace unos días. Marceau Baum-Gertner era uno de los sospechosos clave, ya que era la persona que vigilaba mientras sus compañeros procedían al asalto y también el encargado de encontrar compradores para las valiosas joyas que robaron a la más popular de las Kardashian. Falleció repentinamente el 6 de marzo, cuando se supo que el juicio finalmente iba a celebrarse.
Apodado Nez Râpé, fue puesto en libertad bajo fianza tras la detención por el robo de Kardashian y vivía en París, donde se presentaba con regularidad ante la policía, puesto que acumulaba condenas por manipulación de bienes robados, falsificación y robo. Según Daily Mail, estaba recibiendo amenazas de parte de la mafia porque algunos delincuentes con los que colaboraba tenían miedo de que diese sus nombres al ser interrogado para así lograr un pacto con el juez y evitar su paso por prisión.
Los acusados, integrantes de la conocida como ‘banda de los yayos’ por tener entre 60 y 72 años, han negado la participación en el mediático robo, a pesar de que los restos de ADN de algunos de ellos fueron encontrados en el esparadrapo que usaron para amordazar a la celebrity. Aomar Ait Khedache, considerado como el cerebro de la operación y con un importante deterioro de salud, ha contestado a las preguntas del tribunal escribiendo en una libreta.
La única persona que confesó haber participado en el atraco fue Yunice Abbas, quien ha explicado que el hijo de Aomar le pagó 60.000 euros por participar en el robo. Los detalles del asalto los dio en libro titulado Yo secuestré a Kim Kardashian, donde cuenta que lo que les interesaba era el diamante que le regaló Kanye West y que no imaginaban que iban a encontrar también tras joyas que diferentes casas le habían prestado a la empresaria para acudir a los desfiles y las fiestas. Relató que planearon este robo durante mucho tiempo y que se colaron en el hotel con chaquetas de policía falsas. Él se encargó de maniatar al conserje y fue precisamente esa cuerda lo que le delató, ya que quedaron en ella sus restos de ADN y por eso le localizaron. Se sumó a este asalto después de 21 años en la cárcel por otros problemas con la justicia porque su deseo era comprar un local y trabajar como mecánico.
Lo que ocurrió el 3 de octubre de 2016
La noche del 3 de octubre de 2016, Kim fue asaltada mientras descansaba en un apartamento del exclusivo Hotel de Pourtales. La amordazaron y maniataron mientras se llevaban dinero en efectivo y valiosas joyas entre las que estaba el anillo de compromiso que Kanye West le había regalado poco antes. Los ladrones perdieron en la huida un collar que fue la única pieza que pudo ser recuperar. La investigación se saldó con la detención de 17 personas. Además, Kardashian demandó a la empresa de seguridad Protect Security and Balali Investments Inc. y a su exguardaespaldas Pascal Duvier, pero hubo un acuerdo extrajudicial por el que recuperó algo más de 5 millones de euros.