Como dicen los jóvenes de hoy en día: “Habemus papam”. El artista anteriormente conocido como Robert Prevost, ahora León XIV, es el nuevo máximo representante de la Iglesia Católica mientras viva o mientras quiera, mejor que un sueldo Nescafé.
Tras un breve pero intenso cónclave, la elección del cardenal estadounidense ha sorprendido a los papólogos y ha superado todas las predicciones, que no le daban como favorito.
Al no tener esa proyección de favorito, sabemos menos del nuevo papa que de otros candidatos. Menos mal que las redes sociales arrojan luz en momentos de oscuridad.
Si bien Prevost es el primer papa estadounidense, que no americano, es también el primer papa peruano, ya que vivió los últimos 30 años en el país y cuenta con la nacionalidad.
El nuevo papa es de Chicago, la tierra de los Bulls de Michael Jordan, Al Capone y una pizzas muy gruesas.
Si bien papa León XIV suena a broma de La que se avecina, el nuevo pontífice ha elegido un nombre bastante tradicional entre los papas. De hecho, esta decisión ya estaba en las quinielas de algunos.
Es más, la cuestión del nombre ya trajo cola poco después del anuncio. Las redes se quedaron atónitas después de que el presidente de Argentina, Javier Milei, creyese que lo de León XIV tenía algún tipo de relación con él y sus delirios místicos.
