La crisis abierta entre India y Pakistán, dos países con arsenal nuclear que llevan décadas en disputa por el territorio de Cachemira y que ya han librado dos guerras por esa causa, ha puesto de relevancia a dos poderosas organizaciones islamistas a las que se responsabiliza de varios de los ataques que habrían desatado las hostilidades actuales.
Se trata de Lashkar-e-Taiba (LeT), el Ejército de los Puros, y de Jaish-e-Mohammad (JeM), el Ejército del Profeta Mahoma, ambos con sede en el Punyab, la región más poblada de Pakistán y una de las que limitan con India y con fronteras compartidas con Cachemira. Las dos figuran en el listado de organizaciones terroristas de Naciones Unidas, Estados Unidos y la UE. La ONU las vincula también con Al Qaida y el Estado Islámico.
El pasado miércoles, India anunció que había atacado nueve emplazamientos en Pakistán desde donde, según el Gobierno indio de la presidenta Daupradi Murmu, se habían planeado y dirigido los ataques terroristas del mes pasado en la ciudad de Pahalgam, en la Cachemira india, que costaron la vida a 26 personas.
Nueva Delhi atribuye el atentado a un grupo vinculado a Lashkar-e-Taiba y a Jaish-e-Mohammed y recuerda que lleva décadas acusando a Pakistán de apoyarlos. El Ejecutivo pakistaní del presidente Asif Ali Zardari lo niega, asegura que no ha tenido nada que ver en el ataque de Pahalgam y advierte de que responderá a los bombardeos indios, que habrían matado a otros 26 civiles.
Objetivos militares y civiles
Desde hace tiempo, Lashkar-e-Taiba ha centrado su actividad en la lucha contra el dominio indio en Cachemira. El Consejo de Seguridad de la ONU afirma que la organización ha llevado a cabo “numerosas operaciones terroristas” contra objetivos militares y civiles desde 1993, incluyendo los atentados de noviembre de 2008 en Bombay, la capital comercial de la India, que causaron la muerte de 166 personas.
LeT ha negado cualquier implicación en el ataque. Naciones Unidas también sostiene que la organización estuvo implicada en otros atentados, como los ejecutados en diciembre de 2001 contra el Parlamento indio y en julio de 2006 contra varios trenes de cercanías de Bombay.
Lashkar-e-Taiba fue fundada a principio de la década de los noventa del siglo pasado por Hafiz Saeed, un clérigo musulmán que lleva encarcelado en Pakistán desde 2019 cumpliendo sentencias de más de 40 años de prisión. Se cree que la base de su organización, ilegalizada por el Gobierno paquistaní, se encuentra en Muridke, cerca de Lahore, la capital del Punyab.
De hecho, uno de los bombardeos de India tuvo como objetivo el cuartel general del Markaz Dawa-Wal-Irshad, el partido islamista de la región del que LeT sería su brazo armado. Según algunas fuentes, el grupo, rebautizado como una organización benéfica, mantiene una sólida red de apoyos políticos y financieros en la región.
Secuestro de un avión
También con sede en el Puyjab se encuentra Jaish-e-Mohammad (JeM), el Ejército del Profeta Mahoma fundado en 1999 por Masood Azhar, considerado por India como el terrorista más peligroso. Azhar, del que no se han registrado apariciones públicas desde hace años, había sido encarcelado en 1994 en India pero fue liberado cinco años después como parte del acuerdo que permitió la liberación de 155 rehenes secuestrados en un avión de Indian Airlines con destino a Kandahar que había sido capturado por terroristas.
Pakistán ilegalizó la organización de Masood Azhar en 2002 después de que, junto con LeT, se la responsabilizara del atentado de 2001 contra el Parlamento indio. Pero tanto Nueva Delhi como Washington aseguran que sigue operando en la región con absoluta impunidad. Se cree que JeM, al que se atribuyen también varios atentados suicidas en Cachemira, tiene su base en Bahawalpur, a unos 100 kilómetros de la frontera. India asegura que el pasado miércoles también bombardeó su cuartel general.