“Los dólares de los contribuyentes norteamericanos no deben utilizarse de ninguna manera por organizaciones internacionales para subsidiar empresas chinas en nuestro hemisferio”, declaró la Oficina para Asuntos de Latinoamérica del Departamento de Estado en la red social X. Este pronunciamiento coincide con con la visita del presidente Gustavo Petro a China.
La entidad señaló que vetará “proyectos recientes y próximos desembolsos por parte del BID y otras instituciones financieras internacionales para empresas estatales y controladas por el gobierno chino en Colombia “ y “en otro países de la región”.
En Bogotá, firmas chinas integran el consorcio Metro Línea 1 (ML1) que construye la primera línea férrea de la ciudad. Esa iniciativa es financiada por la banca multilateral, de la cual hacen parte el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM), de los cuales participa Estados Unidos.
En la financiación también participa el Banco Europeo de Inversiones (BEI), cuyos accionistas son los Estados miembros de la Unión Europea.
De hecho, en la segunda línea, además del BID y el BM, la está apoyando la CAF (Banco de desarrollo de América Latina y el Caribe), en la cual no es socio Estados Unidos.
Ante esa información, la Alcaldía de Bogotá y la Empresa Metro de Bogotá (EMB) expresaron confianza en que la decisión de Estados Unidos no afectará a la primera línea ni al proyecto de la segunda línea.
En un comunicado conjunto señalaron que en abril pasado, directivos del BID y del Banco Mundial le manifestaron en Washington al alcalde Carlos Fernando Galán “su compromiso y la tranquilidad en el desarrollo de línea 1 y en el proceso licitatorio de la línea 2 para Bogotá”.
Y agregaron que el proyecto avanza dentro de los tiempos estimados y que “Bogotá cuenta con todo el soporte financiero que el proyecto necesita para continuar ejecutándose”. Además, que se hará todo lo que corresponda para asegurar la terminación de la línea 1 en marzo del 2028”.
La Alcaldía de Bogotá y la EMB también manifestaron que mantienen una relación directa con la banca multilateral que participa en la financiación de la ejecución de la línea 1 y en el proceso licitatorio de la Línea 2.
“Esa relación estrecha nos permite contar con la participación de la banca, con su confianza y su compromiso con los aportes y el desarrollo del proyecto de línea 1”, indicaron.
Agregaron que la supervisión que estas realizan al cumplimiento de las metas y de los hitos, así como los desembolsos de los créditos, “permiten manifestar que estamos tranquilos con el soporte financiero que la Banca Multilateral nos ha brindado”.
En la misma línea, expertos como Andrés Escobar, exgerente de la EMB, y Darío Hidalgo, experto en movilidad y transporte. Tanto Escobar como Hidalgo confian en que la decisión de Estados Unidos no tendrá impacto en la primera línea.
“Creería que el comunicado del gobierno norteamericano puede afectar a futuros proyectos, no a los que ya están contratados”, señaló Escobar.
El exgerente explica que los recursos de crédito de la banca multilateral se usan para pagar la compra de predios, el traslado anticipado de redes y el contrato de construcción.
Agrega que las firmas chinas que conforman el consorcio ML1 “ganaron la licitación internacional en franca lid, con vigilancia de los bancos y de todos los órganos de control”.
Hidalgo, por su parte, dijo que el gobierno estadounidense es uno de los 48 miembros del BID, entre los cuales está China, que también es aportante. “No necesariamente significa que se paren los aportes a la línea 1. Si la línea 2 es contratada, es probable que no reciba apoyo del directorio del BID, afirmó Hidalgo.
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