Jesús David Castellano / @_JDCastellano
El inicio de temporada de Anthony Santander ha estado lejos de ser el ideal, incluso ahora que estamos casi a mediados de mayo, donde el venezolano ha acostumbrado en años anteriores a producir de manera onerosa con el bate.
Ahora bien, una gran serie ante los Angelinos en Angel Stadium en la que dejó línea de .357/.357/.571/.929 con cuadrangular, anotada y cuatro producidas, parecía ser el indicio de que todo estaba por mejorar. Sin embargo, molestias en el hombro izquierdo y en la cadera ausentaron al margariteño de varios partidos (cuatro para ser exactos) y han cortado su ritmo.
«Estoy batallando», dijo Anthony Santander a los medios desde su casillero en Rogers Centre después del partido del domingo ante los Tigres de Detroit. «Realmente lo estoy. Pero me mantengo positivo».
El cierre de la serie ante los Tigres el domingo, marcó el regreso de Santander a la alineación, pese a que aún no está al cien por ciento y persisten las molestias tanto en el hombro como en la cadera.
Se fue de 4-0 con tres ponches, pero su manager John Schneider le dio un espaldarazo ante la situación que está viviendo. «Pienso que hizo muy buenos swings hoy (el domingo). Creo que simplemente hizo swing a algunas bolas malas. Ésa ha sido un poco la historia de su temporada».
Su manager está seguro de su mejoría
«Le va a dar un giro a la situación», comentó Schneider. «nthony es bien abierto y lo ha sido desde el primer día. Entonces, estamos simplemente contactando con él y asegurándonos de que esté bien. Está trabajando en algunas cosas mecánicamente, y también es un bateador que depende mucho de su feeling/tacto».
«Entonces, estamos tratando de que recupere esa sensación, pero realmente haciéndole saber que tenemos confianza en él. Va a ser una parte importante de lo que hagamos este año y en el futuro».
No obstante, regresar a la alineación sin duda representa un gran paso en el objetivo que quiere lograr Anthony Santander, que en 24 juegos en lo que va de campaña apenas batea .182 (de 159-29) con cinco vuelacercas, 16 traídas al plato y OPS de .572.
«Mentalmente, me siento muy bien, gracias a Dios», recalcó Santander. «El equipo me dio una bienvenida muy buena; me recibieron con los brazos abiertos. Mis compañeros de equipo han estado conmigo desde el principio, el (cuerpo de instructores) también. Eso me hace sentir bien. Me da la voluntad de seguir trabajando duro, no tirar la toalla, para que eventualmente podamos conseguir los resultados que buscamos para ayudar al equipo a ganar».
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