Para la temporada 2023/2024 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), Tiburones de La Guaira se presentó como uno de los principales elencos a vencer, luego de un torneo previo donde en líneas generales se jugó excelente pelota, sin contratiempos se superó la ronda eliminatoria, luego el round robin y posteriormente solo dos pasos faltaron para completar el anhelado título.
Por eso las expectativas fueron enormes, pero tras los 12 primeros partidos del certamen antepasado, el cardumen tenía balance en .500, el récord de 12-12 inquietó a un sector de la fanaticada, pero a lo interno, en el alto mando, la situación fue más delicada.
Motivado a desacuerdos, el gerente deportivo, César Collins renunció al cargo el 6 de noviembre, y en su lugar se designó a Luis Sojo. Desde ese punto se aplicó una serie de medidas que entre otras cosas, abarcó la salida del entonces mánager, Edgardo Alfonzo, reemplazado por un símbolo de la franquicia, Oswaldo Guillén.
Con la dupla Sojo-Guillén Tiburones acumuló marca de 24-20 y la de 30-26 les permitió de nuevo avanzar a la siguiente etapa, desde ahí el ritmo resultó arrollador, con 12-4 se aseguró el primer cupo para la final y en esta, en cinco juegos se liquidó al Cardenales de Lara.
Para una franquicia que albergaba la más prolongada sequía sin titularse vista en la LVBP, 38 años, ese campeonato fue todo un acontecimiento, algo que marcó a la generación guairista aún viviente que festejó en 1986 y por supuesto, a la nueva camada de seguidores que vieron todo como algo agradablemente inédito.
Si alguien en ese momento se atrevió a pensar que los salados tocaron su paroxismo, más impresionados quedaron con lo que ocurrió en la Serie del Caribe Miami 2024.
En la cita regional para La Guaira todo fue una epopeya, 5 victorias y solo 1 caída en primera fase, en semifinales se despachó al Curaçao Suns, para luego en la final a los mismísimos Tigres del Licey, los más ganadores de esta competición y campeones defensores ese año.
Antes de que Ozzie se convirtiese en el segundo estratega con anillo de campeón en la Serie Mundial de Grandes Ligas y la Serie del Caribe, Ángel Padrón anotó apenas el segundo No Hit No Run de este clásico.
LVBP – Luis Sojo – Tiburones de La Guaira
El cardumen llevó el listón a lo más alto que se puede alcanzar en la pelota del área, repetir la misma gloria tan rápido como en la 2024/2025 aunque se puede soñar, es demasiado complicado hacerlo y en esa realidad aterrizó el tiburón.
La reciente campaña fue dura prácticamente en su totalidad, muy cortos resultaron los momentos de consistencias, derivados de diversos factores, la importación era complejo también emulara lo del año previo; pareció faltar esa gran química y la renuncia de Guillén por pocas horas, reflejó eso.
De una sublime conquista a una muy amarga eliminación, para más, con marca negativa de 26-30 que a duras penas alcanzó para disputar partido exrta que permitiese disputar el comodín, ahí también una inaudita derrota de cierre, se desperdició ventaja inicial de 7×0. Un impensado desastre.
Luis Sojo de seguro no quiso fuese de ese modo, pero el beisbol tiene esa dualidad, te puede hacer muy feliz, te puede generar gran dolor. Su ciclo con Tiburones de La Guaira englobó 50 juegos ganados y 51 perdidos en ronda eliminatoria, 12-4 en un round robin, 4-1 en una final, 5-1 en Serie del Caribe, 2-0 en la postemporada de esta, un título de la LVBP y otro caribeño.