Target anunció el pasado miércoles un descenso en los ingresos del último trimestre a raíz de la respuesta de los clientes a los llamados programas de diversidad, equidad e inclusión. La subida de costes a causa de los aranceles también es un problema para la compañía.
Según el computo de ventas de todos los establecimientos de Target, los datos han caído un 3,8%. Los datos demuestran que acogieron menos clientes, y los que siguen confiando en la firma, gastan menos dinero allí. Sumando todo esto a las previsiones del resto de 2025, la medida ha sido recortar los presupuestos anuales.
Paso atrás con DEI
El pasado mes de enero, coincidiendo con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la empresa de grandes almacenes anunció una iniciativa destinada a contratar empleados de minorías sociales, una medida que ha tenido una mala recepción por parte de un sector de la sociedad.
Ya en 2020, a raíz de la muerte de George Floyd, Target fue una de las empresas más involucradas en erradicar las injusticias sociales y en defender los derechos de las personas en riesgo de exclusión y marginalidad. Desde entonces, ha estado a la cabeza con respecto a las políticas progresistas.
El boicot del reverendo
Jamal Bryant, reverendo de Atlanta, promovió un Boicot de 40 días durante la cuaresma dirigido principalmente a Target. Varios líderes de la comunidad negra en Minneapolis realizaron piquetes a la puerta de los establecimientos y recibieron el apoyo de Al Sharpton, ministro baptista que llegó a ser candidato de la presidencia de los Estados Unidos.
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