No se fustigue demasiado por desconocer el hecho. Lo cierto es que parte relevante de la sociedad venezolana también lo ignora y la grandísima mayoría no irá a votar aunque sepa de su existencia. Estos son unos comicios descafeinados, sin apenas afiches en las calles o anuncios en la televisión, con una fecha que se ha movido en varias ocasiones y ante una población apática. Muchos creen que ir a votar no sirve para nada, después del trauma que supuso para una parte de la sociedad las presidenciales del 28 de julio.
A pesar de esos condicionantes, estos comicios podrían ser clave para el futuro de la oposición venezolana. La cita, en la que se eligen 569 cargos, entre ellos los 285 diputados de la Asamblea Nacional y 24 gobernadores de las distintas regiones, ha provocado un cisma entre los contrarios al chavismo. La principal razón es por la decisión de algunos opositores prominentes a presentarse a puestos de elección popular, ante la postura de no participar tomada hace meses por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), liderada por María Corina Machado.
“Tú ya desobedeciste y cuando todos decimos no, ellos no mandan. El 28 de julio ya votamos, el 25 de mayo no”, dijo en un vídeo publicado en internet la jefa de la oposición, que se mantiene en paradero desconocido desde las elecciones del año pasado.
Para ella estos comicios son un “proceso criminal, donde se están asignando territorios para las distintas facciones del crimen, las distintas mafias”, tras haber denunciado fraude en las presidenciales de 2024 y después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano no haya mostrado las actas que, según ese organismo, le dieron la victoria a Nicolás Maduro.
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EFE
No ha habido, de nuevo —es una historia ya vieja— unidad en la oposición Venezolana, y un grupo de políticos liderados por el doble ex candidato presidencial, Henrique Capriles, y el gobernador del Zulia, Manuel Rosales, han desoído esa “orden” y han decidido postular.
Se han acompañado de líderes populares como Juan Requesens, preso durante años tras haber sido acusado por el chavismo de haber orquestado un atentado contra Maduro, Tomás Guanipa, Stalin González, Henri Falcón, Ángel Medina y José Guerra. “O luchamos por el pueblo o esto se acabó”, dijo recientemente Caprilesa la ‘W Radio’ colombiana, defendiendo, como en otras ocasiones, que la oposición tenía que estar presente en las urnas para no dejarle la totalidad de los espacios de poder al chavismo y que los contrarios a Maduro se hagan oír.
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“O luchamos para ser la voz del pueblo o esto se acabó. Yo me niego a que Venezuelasea otra Cuba o Nicaragua. Así esté solo con una bandera, allí estaré, es lo que toca responsablemente hacer”, añadió el ex candidato presidencial, subrayando que es importante lograr una representación en la Asamblea -habla de 40 escaños, que a buena parte de la oposición le parece una ensoñación- para evitar las reformas constitucionales que planea Maduro.
La reacción de la PUD fue categórica. Expulsó a Un Nuevo Tiempo, el partido de Rosales, y a Movimiento por Venezuela, otra formación que decidió en bloque participar en los comicios.
Capriles, por su parte, salió de Primero Justicia (PJ), uno de los partidos clave de la oposición, con varios políticos clave, al enfrentarse a la facción de Julio Borges, exiliado en España.
“El 28 de julio se participó y se le hizo un daño mortal y va a terminar de morir la dictadura, pero el 25 de mayo, no participar es la mayor herida que se le puede hacer, porque significa el país en su casa diciendo ‘desconozco a la dictadura y quiero un cambio democrático’”, dijo Borges en declaraciones a la cadena colombiana NTN24.
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Juan Fernández-Miranda
Existe recelo en los opositores porque Capriles fue inhabilitado durante 15 años desde 2017, pero ahora se ha podido presentar. Él afirma que fue una “sorpresa” descubrir que ya no aparecía en las listas de inhabilitaciones, pero parte importante de la oposición cree que ha tenido que negociar con el chavismo para lograr presentarse, algo que niega categóricamente el hombre que en 2013 quedó a 200.000 votos de ganar a Maduro.
“En el caso de Capriles, vale recordar que estaba inhabilitado y ahora se le permite ser candidato a la Asamblea Nacional. Esto nos habla de que ese tipo de medidas son completamente discrecionales y que tuvo que contar con la aprobación del oficialismo para seguir adelante con su candidatura”, asegura un analista venezolano que prefiere mantener su identidad bajo anonimato por temor a represalias.
Oposición fragmentada “hoy más que nunca”
Como “imperdonable” calificó Machado la decisión de quienes se han postulado. “La historia juzgará a quienes se pasaron. Lo que a mí más me ha dolido son los amigos, los compañeros que he perdido porque traicionaron la causa“, añadió en una entrevista en Youtube para Polianalítica.
La brecha es de gran magnitud. “La oposición está fragmentada hoy más que nunca, pero no es algo nuevo. Esta fragmentación responde a factores ideológicos, procedimentales y personales, como lucha de egos y posiciones principistas. Todo esto siempre lo ha sabido aprovechar el gobierno, que ha azuzado, una y otra vez, esas diferencias, con diferentes métodos. Es muy fácil dividir a la oposición venezolana”, considera el analista venezolano, que ve dos bandos diferenciados.
“Pareciera que el grupo de Machado espera una especie de sinceración en la nómina de los opositores. Es decir, volver al argumento de que ellos son la real oposición. Lo cierto es que ni uno ni otro bando parecen tener una visión estratégica sobre el futuro político a corto, mediano y largo plazo”.
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Mónica Redondo. Lisboa Mapa: Emma Esser
El consultor político Orlando Goncalves incide en que la división estratégica está mermando a la oposición. “Es terrible, aunque no es algo nuevo. La oposición ha estado dividida desde hace más de dos décadas por las inconsistencias estratégicas que han tenido a lo largo de ese tiempo. Parte de esas inconsistencias es producto de los egos de los líderes y lo que se augura es que seguirán cometiendo los mismos errores”, considera, recordando las grandes decisiones pasadas de los contrarios al chavismo.
En 2007 la oposición a través del voto logró detener, por algún tiempo, una reforma Constitucional y, también con el voto, logró en las elecciones de 2015 ganar la mayoría del poder legislativo, mientras que la abstención de la oposición en 2010, provocó que los partidarios del entonces presidente Hugo Chávez obtuvieran el 100% de los escaños de la Asamblea Nacional y con ello, todas las reformas que hicieron legalmente”, destaca Goncalves.
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Opinión “En conclusión, si no se entiende que en política no hay espacios vacíos y que toda oportunidad, por precaria que sea, debe ser aprovechada, pues la oposición se fragmentará aún más, y el régimen avanzará con la reforma Constitucional que llevará adelante próximamente”, añade.
De una forma similar piensa el analista que no revela su identidad. “Estas elecciones creo que eran una oportunidad para demostrar la fuerza de la oposición, más allá de las condiciones electorales, y sobre todo de cara a un potencial referéndum aprobatorio de una reforma constitucional, elaborada exclusivamente por el oficialismo y que puede arrasar con la institucionalidad en regiones y municipios”.
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Pocos creen, eso sí, que la convocatoria del sector díscolo de la oposición vaya a tener éxito con un electorado muy desencantado. Apenas el 35% de los venezolanos considera siquiera la posibilidad de votar, y muchos analistas piensan que la afluencia a las urnas será mucho menor.
“Hay que entender que el personaje que ha concentrado el mayor apoyo opositor desde hace, por lo menos, dos años, hizo un llamado a la abstención y, de paso, calificó de traidor a todo aquel que participara. Esto, sumado al sentimiento producido alrededor de los hechos del 28 de julio, harán que la participación en estas elecciones sean muy bajas“, comenta el analista venezolano, que no quiere revelar su identidad.
“El Gobierno quiere que el próximo domingo esto sea una elección como clandestina”
“Los grupos y partidos de oposición que decidieron participar tienen, por otro lado, poco margen para movilizar a sus votantes“, añade. La mayoría de quienes sí tienen claro que acudirán a dar su voto son, además, parte del núcleo más fiel del chavismo.
“El Gobierno quiere que el próximo domingo esto sea una elección como clandestina, porque el Gobierno ha hecho todo lo contrario a lo que debería hacerse, que es dar información sobre las elecciones”, criticó Capriles esta semana.
También aseguran los opositores que no tienen garantías de que habrá un recuento transparente en el CNE. Critican el hecho de que la página web de la institución electoral siga caída desde el 28 de julio, cuando denunciaron, sin pruebas, un ciberataque proveniente de Macedonia del Norte.
De igual forma que en el simulacro electoral de hace dos semanas hubieran desaparecido de las boletas los códigos QR únicos, que han sido esgrimidos por la oposición como muestra de la autenticidad de las actas en su poder y del recuento que le da la victoria en los comicios de junio a Edmundo González, actualmente exiliado en España. Pero la división de la oposición y las críticas sobre la transparencia no son la única clave de estas elecciones.
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Alba Sanz
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