El régimen de Nicolás Maduro evalúa un incremento del 50% en el precio del combustible subsidiado, en un intento por anticiparse a una posible caída de los ingresos petroleros luego de las elecciones presidenciales del 28 de julio, según informó la agencia Bloomberg citando fuentes con conocimiento del tema.
Actualmente, los venezolanos pagan apenas 0,01 bolívares por litro de gasolina subsidiada, un precio simbólico que, de concretarse el ajuste, pasaría a 0,015 bolívares. Aunque la diferencia parece mínima, representa un alza del 50% y afectaría principalmente a quienes aún tienen acceso al combustible subsidiado, limitado por un sistema de control mediante el carnet de la patria.
La medida responde a una creciente preocupación dentro del gobierno ante el inminente vencimiento de la licencia otorgada por Estados Unidos a Petróleos de Venezuela (PDVSA) en octubre, lo que podría reducir las exportaciones y dejar al Estado sin recursos suficientes para sostener los actuales niveles de subsidio.
“El gobierno se está preparando para un escenario económico adverso, especialmente si pierde el acceso al financiamiento externo y al ingreso por exportación de crudo”, explicó a Bloomberg una de las fuentes, que solicitó el anonimato.
Desde abril, el combustible subsidiado ha escaseado aún más en varias regiones del país, obligando a los ciudadanos a hacer largas filas o a pagar precios internacionales en estaciones seleccionadas, donde la gasolina cuesta 0,50 dólares por litro. Este modelo dual ha generado tensiones sociales y resentimiento en zonas populares.
A pesar del posible ajuste, el gobierno busca minimizar el impacto político de la medida antes de las elecciones, por lo que no ha hecho anuncios oficiales. Sin embargo, expertos señalan que el aumento podría ser solo el primero de una serie de medidas destinadas a contener el déficit fiscal.
“El subsidio a la gasolina en Venezuela ha sido insostenible durante años. Este movimiento sugiere que incluso el chavismo reconoce que no podrá seguir regalando combustible indefinidamente”, comentó el economista Luis Vicente León.
Mientras tanto, el oficialismo continúa su campaña electoral con una narrativa de estabilidad y recuperación económica, al tiempo que la oposición liderada por Edmundo González Urrutia y respaldada por María Corina Machado, gana terreno con promesas de cambio y normalización institucional.
De aplicarse el aumento, Venezuela se acercaría un poco más a desmontar el que durante décadas fue el subsidio más generoso del mundo, símbolo del populismo petrolero que definió buena parte del siglo XX en el país.