
Voluntad Popular y el Partido Comunista de Venezuela anunciaron este miércoles que no participarán en las elecciones municipales del próximo 27 de julio en el país caribeño.
Las organizaciones criticaron las condiciones en que se celebrarán los comicios, y señalaron la falta de transparencia y garantías democráticas.
Voluntad Popular, dirigido por el líder opositor Leopoldo López, denunció fraude en las presidenciales del año pasado, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó vencedor al dictador Nicolás Maduro.
En un comunicado publicado en su cuenta en la red social X, el partido afirmó: “Voluntad Popular acompaña al pueblo venezolano en su decisión de no participar en la próxima farsa electoral de Nicolás Maduro”.
Según la agrupación, millones de venezolanos se hicieron oír en las presidenciales del 28 de julio de 2024 al elegir a Edmundo González Urrutia como presidente, y después se ausentaron de la “farsa electoral” del pasado 25 de mayo.
“En ambos momentos, el mensaje de los vecinos de cada municipio del país fue el mismo: Venezuela quiere elegir su propio destino, avanzar hacia la libertad y la democracia”, argumentó.

El partido subrayó que no pasa la página del 28 de julio: “Ese día, el pueblo venezolano habló con fuerza y valentía. Nuestra lucha sigue y no descansaremos hasta que en Venezuela el voto vuelva a tener valor y los ciudadanos puedan decidir su futuro en libertad”.
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), coalición principal de la oposición a la que pertenece Voluntad Popular, aún no ha definido si participará en los comicios municipales.
En las elecciones regionales y legislativas del pasado 25 de mayo, la PUD optó por no concurrir y denunció fraude en las presidenciales al afirmar que su candidato, González Urrutia, había sido el ganador.
A pesar de esto, partidos como Un Nuevo Tiempo, Movimiento Por Venezuela y el ex candidato presidencial Henrique Capriles participaron en la consulta.
El CNE, controlado por rectores afines al chavismo, asignó al oficialismo 23 de 24 gobernaciones y 256 de 285 escaños parlamentarios, sin publicar los resultados desagregados de las elecciones más recientes ni de las presidenciales que confirmen la victoria de Maduro el año pasado.

Por su parte, el Partido Comunista de Venezuela alegó que, bajo la actual administración, las elecciones se han convertido en una “fachada” para dar “apariencia de legalidad” al régimen de Maduro.
La determinación de abstenerse surgió tras una reunión del Comité Central, calificando la convocatoria como una “nueva farsa electoral” organizada de forma “apresurada”.
El Partido Comunista, intervenido por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), aseguró que en Venezuela las votaciones han perdido su contenido democrático y solo buscan legitimar a un gobierno sin reconocimiento.
“Los mecanismos de participación popular también han sido secuestrados: solo pueden postularse quienes cuenten con el visto bueno del poder”, enfatizó.
Además, pidió la “renuncia inmediata” de los rectores del CNE y la designación de nuevas autoridades que recuperen la confianza en el sistema de votación. Y exigió la anulación de la “ilegal sentencia 1.160 del TSJ”, que desconoce a la legítima dirección del partido y otorga los símbolos electorales a personas cercanas al oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).