
Thiago Almada marcó un golazo y le dio un triunfo vital a la Selección en el Centenario / AP
En el Centenario, Argentina derrotó 1-0 a Uruguay y quedó a un paso de clasificar al Mundial 2026, donde necesita sacar un punto para clasificar. La Selección hizo un partido inteligente y por el golazo de Thiago Almada, se adueñó del clásico rioplatense. Fue expulsado Nicolás González en la Scaloneta. El martes, se viene el clásico con Brasil.
La Selección salió al primer tiempo con un planteo distinto, donde Scaloni apostó por un equipo más retrasado y con mucha gente en el mediocampo. Con un 4-5-1, le otorgó el dominio de la pelota a un Uruguay que comenzó con buena movilidad y muchos desbordes por las bandas.
La Celeste se mostró con intensidad, presionó la salida de Argentina y además le ganó la mayoría de los duelos en el mediocampo, durante el primer cuarto de hora. Sin embargo y más allá de ese dominio, la Selección no sufrió tiros al arco.
Julián Álvarez fue la única referencia de área, mientras que Simeone y Almada estuvieron más abocados a la subidas de los laterales uruguayos, que al ataque. Con el correr de los minutos, Argentina fue sintiéndose un poco más cómodo y empezó a recuperar más rápido la pelota. Paredes probó con un remate de media distancia que se fue muy desviado y después, Enzo Fernández le entregó la pelota al arquero Rochet tras un tiro a colocar.
Argentina mejoró en el segundo tiempo y se impuso ante un nervioso y perdido Uruguay
Sin embargo, no se enloqueció por atacar y sólo lo hizo cuando generó algunos huecos. Uruguay, por su parte, tuvo un intento de De Arrascaeta que dominó sin problemas el Dibu Martínez.
Después de la media hora de juego, el partido fue deslucido y de mucho juego fuerte. Todo fue muy posicional y hubo escasas acciones de peligro. Un buen desborde de Simeone generó el rechazo del arquero y una posterior buena salvada de Giménez, ante un remate de Enzo Fernández. Ese intento fue de lo mejorcito del primer tiempo.
Después, la temperatura subió hacia el cierre de la primera parte, donde una falta de Romero sobre Núñez y un manotazo de Fernández sobre Olivera, generaron algunos empujones y discusiones entre los jugadores.
En el complemento, el partido fue completamente diferente, ya que Scaloni posicionó más adelante a Almada y Simeone. El equipo estuvo más cómodo, ya que tuvo mayor poderío ofensivo con mucha intensidad.
En los primeros minutos, tuvo una chance clara de la mano de Almada: tras una buena jugada colectiva, el ex Vélez sacó un furioso remate que mandó Rochet al córner.
Uruguay se mostró impreciso y en varios tramos, superado por Argentina, que impuso vértigo en el mediocampo y mucha velocidad por las bandas. Más allá de un aproximación, el equipo de Bielsa no supo qué hacer con la pelota.
Enzo Fernández se mostró más liberado, Mac Allister rompió muchas veces por el centro y Paredes le dio la salida limpia al equipo. Almada creció en el partido y volcado como mediapunta, volvió locos a los defensores de Uruguay. Gracias a Rochet, que cortó buenos ataques y que le sacó un buen intento a Simeone, la Celeste se mantuvo en partido.
A los 22 minutos, llegó la apertura del marcador para Argentina: tras una buena combinación de pases, Almada encaró hacia a dentro y con un furioso remate desde afuera del área, clavó la pelota en el ángulo del arquero para el 1-0.
Con la ventaja, Argentina manejó los tiempos ante Uruguay que intentó adelantarse, pero sin demasiado peso en ofensiva. Para colmo, Bielsa pateó el tablero y sacó a Núñez y Valverde, dos de las grandes figuras de Uruguay que no tuvieron una buena noche.
La Selección hizo un partido más físico y varios futbolistas sintieron el desgaste en los últimos minutos. Scaloni buscó refrescar el ataque con los ingresos de González y Correa, mientras que apostó a una línea de cinco defensores con el ingreso de Balerdi.
Uruguay fue una marea de nervios y no supo lastimar, más allá de la expulsión de Nico González en el minuto 48, tras una patada en el cuello a Nandez. La Scaloneta aguantó la ventaja y se quedó con un triunfazo, para acariciar la clasificación al Mundial 2026.
Sacando un punto de los quince que quedan en juego, conseguirá la clasificación sin depender de otros equipos (también le servirá que Bolivia no le gane a Uruguay). El martes a las 21, recibirá a Brasil en el Monumental en otro clásico apasionante. Y con la ilusión de lograr el objetivo.