El Manchester City es ahora mismo un polvorín. Parece que nadie es capaz de encontrar explicación a lo que está sucediendo al campeón de la Premier League, pero lo único cierto es que la crisis es real y se ha ganado un solo partido de los últimos trece, la peor racha en la carrera de Pep Guardiola.
Donde no llegue el fútbol, que lo haga el orgullo. Esa debería ser la máxima a la que se acoja el City en su duelo que cierra el año ante el Leicester. No un mal año, ni mucho menos, pero si con un sentimiento agridulce por lo que ha pasado en este tramo final. Parece que el haber ganado otra Premier League más, la cuarta consecutiva (algo que no había logrado antes previamente), quedé ya muy atrás. No por suerte para la dirección del club, que renovó a Pep Guardiola, ídolo en Manchester, pero al río revuelto de las posibles sanciones a las que se expone el club, ahora la situación expone una crisis deportiva y, lo que es peor, de juego, algo de lo que siempre ha ido sobrado con el preparador catalán.
La figura de Rodri es la que aparece a cada punto que se deja atrás el City. También la de las posibles alternativas al español en este mercado de fichajes de invierno en la que el club deberá hacer trabajo, porque Guardiola ya avanzó que tendrán que buscar refuerzos. Y que funcionen mejor que los de este verano, porque ni Savinho ni Gündogan parecen estar en su mejor versión. Aun así, los ‘sky blue’ parten con el cartel de favoritos porque el Leicester de Ruud Van Nistelrooy parece tener pocos argumentos para poder sacar algo. Algo a lo que no acogerse, pues el Everton parecía tampoco tener opciones.
Reside el gran problema del City ahora mismo en las desconexiones de la defensa. No ayudan las lesiones de Rúben Dias y John Stones, así como la más que probable suplencia de un Walker todavía tocado, por lo que Lewis, Akanji, Aké y Gvardiol tendrán que subir el nivel, como Kovacic, encargado de hacer olvidar a Rodri de momento. Pero la sensación de que todos están rindiendo por debajo de lo esperado es generalizada. Apareció como un salvavidas De Bruyne al volver de la lesión pero al belga le empiezan a pesar los años y, aunque le sobra fútbol, le empieza a faltar el físico. Un partido que pide el paso adelante de Foden, muy apagado este curso, e incluso de Erling Haaland, que viene de fallar un penalti.
El Leicester es una incógnita. El proyecto con Van Nistelrooy recién empieza y solo ha podido dejar algunas pinceladas. Viene de perder el equipo ante el Liverpool, infalible líder de la Premier League. Es probable que el planteamiento del neerlandés sea similar al que utilizó contra Arne Slot. Robar y correr será la premisa poniendo el foco en que Mavididi pueda generar peligro siendo defendido por Lewis, el más flojo de la zaga del City, y la velocidad de Doku pueda generar problemas a la zaga de centrales.
Es muy pronto para descartar al Manchester City de la carrera por el título. Todavía queda mucha liga y muchos puntos. Pero sí que es evidente que necesitan una alegría antes de cerrar el 2024.
