El papa Francisco ha recibido el alta este domingo 23 de marzo con «condiciones clínicas estables». Después de 37 días ingresado en el Hospital Gemelli de Roma, el pontífice ha salido en silla de ruedas para dirigirse a su residencia, la Casa Santa Marta del Vaticano. Además, Francisco también salió a las 12 horas para bendecir y agradecer la asistencia de miles de fieles que fueron a verlo.
Moviéndose en una silla de ruedas, el papa Francisco salió al balcón de la habitación del centro hospitalario para dar las gracias a los asistentes. Más de 3.000 personas, según han informado fuentes del Vaticano, esperaron para ver al pontífice en lo que ha sido el tercer domingo de Cuaresma.
Los médicos que lo han tratado durante este tiempo han anunciado que Francisco «volverá a Santa Marta en un alta protegida». Además, el pontífice deberá seguir un tratamiento farmacológico y un período de convalecencia durante al menos dos meses y tendrá asistencia respiratoria si la necesita una vez se encuentre en el Vaticano. También se ha confirmado que Francisco «nunca fue intubado» y siempre ha estado consciente, aunque su vida «sí corrió peligro».

37 días ingresado, sufriendo bronquitis y una neumonía bilateral
El papa Francisco fue ingresado el pasado 14 de febrero en el Hospital Gemelli de Roma por una bronquitis y una insuficiencia respiratoria aguda. Además, en estos 37 días en que ha estado ingresado, el pontífice ha sufrido varios cuadros clínicos, como una neumonía bilateral severa.
Los médicos que lo han tratado aseguran que «la vida del papa Francisco ha estado en peligro; pero las terapias farmacológicas, el suministro de oxígeno y la respiración mecánica no asistida hicieron que el paciente registrara una lenta pero progresiva mejora. El Santo Padre ha podido salir de los episodios más críticos que ha vivido durante estos días».