La alianza entre Honda y Nissan abre la puerta a la llegada de un nuevo grupo automovilístico capaz de hacer frente a los desafíos a los que se enfrenta actualmente el sector. Ya pocas son las marcas que luchan en soledad… Por algo será. Los dos fabricantes que desde marzo de 2024 mantienen un acuerdo de colaboración para desarrollar tecnologías que les permita ser marcas más competitivas, han anunciado un principio de acuerdo para la fusión de ambas, lo que dará lugar al tercer mayor grupo automovilístico por ventas.
La nueva alianza Honda-Nissan pasará a formar parte del cada vez más dilatado grupo de fabricantes que crean colaboraciones para afrontar los nuevos retos y además, los posicionará como tercer mayor fabricante del mundo por detrás del grupo Volkswagen y Toyota. La firma ha sido por un memorando de entendimiento para una posible fusión, por lo que pese a que todo apunta a que llegará a buen puerto y que está todo hecho, aún no es seguro al 100%. Esta funcionaría a través de un holding al que se sumará Mitsubishi, con el objetivo de crear unas sinergias más profundas que den una mayor capacidad de respuesta, así como incrementar el valor corporativo.
Más de dos décadas de alianzas
Desde hace ya más de dos décadas las fusiones son parte de la industria automovilística. Daimler-Benz y Chrysler abrieron el fuego, en el año 1998, y desde ese momento los fabricantes de automóviles se han lanzado a una carrera desenfrenada de alianzas y fusiones. Los cambios que está viviendo el sector en materia de tecnología, electrificación, distribución y nuevas normativas, apoya la creación de esta tendencia de agrupación, y obligan a las compañías a tejer todo un entramado de acuerdos industriales para reducir costes. Es un mundo cambiante y en el que no todas las asociaciones han tenido o tendrán el mismo éxito.
Fabricantes indios y chinos han adquirido participaciones o marcas europeas completas (MG, Volvo, Land Rover, Jaguar… Geely son máximos accionistas de Daimler), para encajar en este mercado… y adquirir conocimientos. No tienen reparo, sin embargo, en lanzar simultáneamente marcas desconocidas, como Omoda o Jaecoo, sabedoras de que en mercados como el español, “precio gana a marca”.
El porqué de las fusiones
Desde el punto de vista de la patronal de los fabricantes, Anfac, las fusiones son bienvenidas. “Se llevan a cabo, nos comentan, para ser más competitivas cada una de las empresas implicadas. En este caso, no hablamos de una absorción sino una fusión entre más o menos iguales. Cada una aporta su granito de arena en tecnología puntera para ser más competitiva. La empresas siguen siendo potentes y mejoran la calidad de los productos que llegan al final al cliente que es quien va a comprar el coche”. En el caso de Honda y Nissan, ambas empresas están promoviendo la I+D y la inversión en diversas tecnologías para promover la difusión y evolución de los vehículos eléctricos, el software, la conducción autónoma, la conectividad y la IA. En ambos casos se les reprocha (a nivel global) que en este instante no dispongan de una cartera potente de híbridos enchufables y que su liderazgo inicial el eléctrico se haya estancado.
Si analizamos la perspectiva desde el lado de los distribuidores de vehículos, la concentración de marcas reduce el número de intermediarios, que deben buscar, para compensar sus posibles pérdidas, nuevas fórmulas de negocio y estas pueden venir de la digitalización. “La automoción está viviendo lo mismo que otros pilares económicos estratégicos como la banca. Términos como reestructuración de red forman parte de la transición hacia el entorno digital, porque la digitalización, nos guste o no, transforma los intermediarios”, nos aclara el presidente de la patronal del sector de la distribución de vehículos (Ganvam), Gerardo Cabañas.
Si analizamos el contexto en detalle, en el caso concreto de la automoción, la tecnología está cambiando la forma de usar el coche, de comprarlo y de venderlo. Los datos que manejan desde Ganvam apuntan a que en 2030 el 67% de las matriculaciones de vehículos se destinarán a servicios de movilidad, lo que pone de manifiesto, por un lado, la expansión de nuevas fórmulas de negocio basadas en el pago por uso y el vehículo compartido; y, por otro, la necesidad de un cambio de aproximación para llegar al consumidor digital.
“En un paradigma donde al consumidor lo que le importa cada vez más es el servicio que le presta el vehículo -y no tanto el modelo de coche en sí- empezaremos a ver una reducción del volumen del parque automovilístico en favor de una mayor tasa de utilización de los vehículos. De ahí que los fabricantes reenfoquen sus estrategias y los distribuidores se preparen para ser no solo vendedores de coches, sino vendedores de servicios de movilidad para compensar la desintermediación”, añade Cabañas. Saben que las propias administraciones contemplan un escenario en que el parque de coches no continúe con su crecimiento.
Pros y contras de las fusiones
Pero no es oro todo lo que reluce, porque las alianzas no están exentas de riesgos y controversias.
Entre las ventajas podemos destacar sobre todo la reducción de costos. El desarrollo de nuevas tecnologías, especialmente en eléctricos y coches autónomos, requieren inversiones multimillonarias. Compartir costos entre empresas permite a los fabricantes invertir en investigación y desarrollo sin comprometer su estabilidad financiera. Asimismo, fabricar piezas en mayores volúmenes o compartir plataformas entre modelos reduce gastos de producción y permite ofrecer precios más competitivos. Nissan comunicó que para 2027 la modularización permitirá reducir a la mitad y ahorrar casi 1.000 millones de euros en los costes de desarrollo de cinco nuevos modelos.
La cooperación entre marcas de distintos grupos no solo es una estrategia económica, sino también una oportunidad para el desarrollo e innovación. Ejemplos como el Mercedes Clase A, que utiliza motores desarrollados en colaboración con Renault, o el Toyota Supra, nacido de la colaboración con BMW, demuestran que estas alianzas pueden dar lugar a excepcionales productos.
Entre las desventajas más claras, podríamos citar la posible pérdida de identidad de marca. Si dos fabricantes comparten demasiados componentes o diseños, los consumidores podrían percibir una falta de autenticidad o diferenciación en los productos. Varios son los casos. Por ejemplo, con el objetivo de aumentar las ventas de Mitsubishi, se tomó la decisión de que dos modelos de Renault compartieran órganos con dos modelos de Mitsubishi. Hablamos del Mitsubishi ASX y del Mitsubishi Colt, dos coches idénticos al Renault Captur y al Renault Clio, respectivamente.
Grupos automovilísticos
En la actualidad, casi todas las grandes marcas forman parte de grandes corporaciones, aunque siguen existiendo algunas que caminan por sí mismas sin apoyos de grupo como son Tesla Motors o Ferrari.
Toyota
Si nos fijamos en el volumen de ventas, este gran grupo formado por Toyota, Lexus, Daihatsu e Hino, es el líder mundial indiscutible, cosa que se ha repetido desde 2021 hasta hoy. A cierre de 2023, las matriculaciones del grupo alcanzaron 11,3 millones de unidades.
Grupo Volkswagen
Ya desde 2022 este grupo ocupa la segunda posición a nivel mundial en cuanto a número de vehículos vendidos, con un volumen creciente de forma anual. Cuenta con 120 plantas productivas ubicadas por todo el mundo. Las marcas que lo forman son Volkswagen, Volkswagen Comercial, Audi, Bentley, Bugati, Ducati, Lamborghini, Man, Porsche, Seat, Scania, Skoda y Cupra.
Hyundai-Kia
Las dos marcas que forman este potente grupo asiático, a pesar de su propiedad compartida, siguen siendo feroces competidores en la industria automotriz. Ambos tienen sus alineaciones, filosofías de diseño y estrategias de marketing distintas. En 2023 se situaron en el tercer puesto de ventas, con 7,3 millones de unidades.
Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi
La alianza Renault-Nissan comenzó en 1999, y en 2016, Nissan tomó una participación de control en Mitsubishi, que entró en ese momento en la alianza. Se dio inicio a la participación accionarial entre todas ellas para conseguir ahorros de costes y aprovechar múltiples sinergias industriales y económicas, con una previsión de ahorros a partir de 2022 de unos 10.000 millones de euros anuales con la utilización de plataformas comunes y motorizaciones conjuntas, y con el desarrollo conjunto de todas las tecnologías necesarias para los nuevos vehículos electrificados y eléctricos, conducción autónoma, conectividad, servicios de movilidad, etc. Las marcas que forman parte de esta Alianza son Alpine, Dacia, Lada, Nissan y Mitsubishi.
Grupo Stellantis
Stellantis surgió a comienzos de 2021, como resultado de una de las fusiones más importantes en la historia reciente del sector automotriz. La combinación de dos grandes grupos, PSA (Peugeot, Citroën, Opel/Vauxhall, DS Automobiles) y FCA (Fiat, Chrysler, Jeep, Dodge, entre otras), formó un coloso con la capacidad de enfrentarse a otros gigantes como Toyota o Volkswagen.
Las marcas más numerosas de Stellantis son las dedicadas a la producción y comercialización de automóviles: Maserati (lujo), Alfa Romeo, DS y Lancia (premium), Jeep, Chrsyler, Dodge y Ram (americanas), Abarth, Citroën, Fiat, Opel, Peugeot, Vauxhall (europeas) y Fiat Professional (furgonetas). También están Free2Move y Leasys (marcas de movilidad) y Mopar.
La última en incorporarse ha sido la china Leapmotor, aunque su caso es peculiar. Stellantis adquirió el 51% de las acciones del fabricante chino, con el que ha creado la “joint venture” Leapmotor International. Stellantis tiene los derechos exclusivos de exportación y venta, así como de fabricación de los productos de Leapmotor fuera de China.
Grupo BMW
Grupo pequeño en número, que a cierre de 2023 se colocó en décimo tercera posición en el ranking de ventas, con 2,55 millones de unidades. BMW, Mini y Rolls-Royce son las marcas que lo integran.
Grupo General Motors
Las marcas más representativas que actualmente están incorporadas en su grupo son Buick, Cadillac, Chevrolet y GMC. GM ya anunció que quiere tener una gama de vehículos 100% eléctrica en 2035, y para ello ha desarrollado una plataforma específica destinada a coches eléctricos, con el nombre de Ultium EV.
Grupo Tata Motors
Es de origen indio y tiene líneas de negocio de automoción, química, acero, energía, servicios, bienes de consumo, etc.. El grupo es propietario de las marcas europeas Jaguar y Land Rover.
Grupo Geely
Geely, con sede en China, es uno de los grupos automovilísticos que ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, consolidándose como uno de los principales fabricantes de automóviles del país. Está formado por Geely, Lotus, Smart, Mercedes-Benz (adquirió el 10% de las acciones en 2018), Volvo, Polestar y Lynk & Co.
Grupo SAIC
SAIC (Shanghai Automotive Industry Corporation) siguió liderando la industria automovilística china en el primer semestre de este año, con unas entregas de vehículos que ascendieron a 2,12 millones de unidades. A cierre de 2023 se situó en la sexta posición por detrás de Renault-Nissan-Mitsubishi, con 5,02 millones de unidades vendidas. Entre las marcas de este gran grupo están Roewe, Maxus, Feifan, Yue Jin o MG. Recientemente Audi se ha aliado con SAIC para desarrollar coches conjuntamente para su venta en China.