Luego de que el Departamento de Estado de EE.UU. ordenara el cese de expedición de visados, el Gobierno Nacional emitió un comunicado señalando que se establecerá un Puesto de Mando Unificado,PMU, en el que participarían la Defensoría del Pueblo, la Cancillería y Presidencia; lo anterior tendría la finalidad de “garantizar que los procedimientos respeten los derechos humanos y la integridad de cada deportado”.
Pero minutos después, el presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó en su red social Truth, que los productos con arancel de 25% van a incrementar a 50% en una semana. También, señaló que además de las cancelaciones de operaciones de visa en Colombia, habrá prohibiciones para familiares, miembros del partido de Petro y personas que respalden su Gobierno.
Trump señaló que también habrá un refuerzo en las inspecciones aduaneras y en el ingreso de nacionales colombianos.A lo que se sumó que puede haber sanciones bancarias y financieras, “que serán completamente impuestas”, dijo el mandatario de EE.UU.
En el comunicado del Gobierno, se mencionó que este pondría a disposición el avión presidencial para traer a los deportados;pero Trump respondió que “las medidas son solo el comienzo”, concluyendo que“¡No permitiremos que el Gobierno colombiano viole sus obligaciones legales con respecto a la aceptación y retorno de los criminales que ellos forzaron a entrar a los EE.UU.!”.
El senador por Florida, Rick Scott, señaló que el presidente Petro está cometiendo un grave error, “se enfrenta a un Presidente mucho más fuerte, y debe aceptar a los criminales que EE.UU. está enviando a Colombia”.
“Si EE.UU. impone aranceles de emergencia de 25%, y luego del 50%, a los productos colombianos, el impacto será inmediato y devastador. El proceso es rápido, no requiere aprobación del Congreso y afectará gravemente nuestra economía”, afirmó María Claudia Lacouture, presidente de la Cámara Colombo Americana.
La organización manifestó que solo en café, más de 500.000 familias dependen de este sector. “En flores, miles de madres cabeza de familia perderían su sustento. Y así podemos seguir sumando sectores que se verán golpeados”.
“Es urgente una acción diplomática serena y responsable. Colombia debe recibir a sus ciudadanos, evitando exponerlos a vulnerabilidad y afectación de sus derechos fundamentales.No podemos permitir que una crisis migratoria se convierta en un desastre económico”.