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- Autor, Paul Kirby
- Título del autor, BBC News
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Rusia está monitoreando de cerca la situación después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se negara a descartar una acción militar para tomar el control de Groenlandia, territorio que en la actualidad depende de Dinamarca.
Peskov aseguró que el Ártico está en la “esfera de interés nacional y estratégico de Rusia y que está interesado en la paz y la estabilidad allí”.
También dijo que las afirmaciones de Trump eran un asunto para Estados Unidos, Dinamarca y otras naciones, pero Rusia estaba observando la situación “bastante dramática” sobre sus comentarios.
“Estamos presentes en la zona ártica y seguiremos estando allí”, aseguró.
Los comentarios de Trump sobre Groenlandia, que es un territorio danés en gran medida autónomo, provocaron también la reacción de los líderes europeos.
La jefa de asuntos exteriores de la Unión Europea, Kaja Kallas, enfatizó que “tenemos que respetar la integridad territorial y la soberanía de Groenlandia”, y Olaf Scholz, de Alemania, ha dejado claro que “las fronteras no deben moverse por la fuerza”.
Trump dijo a principios de esta semana que Estados Unidos necesitaba tanto Groenlandia como el Canal de Panamá “por seguridad económica”, y se negó a descartar el uso de la fuerza económica o militar para tomar el control de ellos. También se refirió a la frontera con Canadá como una “línea dibujada artificialmente”.
Dinamarca y Canadá son aliados cercanos de Estados Unidos en la OTAN.
El secretario de Estado saliente de los Estados Unidos, Antony Blinken, trató de amortiguar la preocupación sobre las palabras de Trump durante una visita a París: “La idea obviamente no es buena, pero quizás más importante, es una que no va a suceder”.
El secretario de Relaciones Exteriores de Reino Unido, David Lammy, también hizo referencia a los comentarios de Trump y reconoció la “intensidad de su retórica y la imprevisibilidad que puede ser desestabilizadora”.
La respuesta de Groenlandia
Alrededor de 56.000 personas viven en Groenlandia y es el hogar de bases militares estadounidenses y danesas. También tiene una considerable riqueza mineral y petrolera sin explotar.
El primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, dijo que está presionando por la independencia del territorio, aunque su economía depende en gran medida de los subsidios daneses.
Tanto él como la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, han enfatizado que Groenlandia “no está a la venta” y que su futuro está en manos de los propios groenlandeses.
Frederiksen aseguró que Copenhague tiene un claro interés en garantizar que Estados Unidos, “su aliado más cercano”, desempeñe un papel clave en un momento de crecientes tensiones en el Atlántico Norte, en especial con Rusia.
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Ante esta crisis de política exterior, el gobierno danés convocó a una reunión con representantes de otros partidos políticos el jueves por la noche.
La Comisión Europea dijo que la amenaza de Trump a Groenlandia era “extremadamente teórica” y “salvajemente hipotética”, teniendo en cuenta que aún no estaba en el cargo.
Sin embargo, ha confirmado que Groenlandia, como territorio de ultramar, está bajo una cláusula de asistencia mutua que requiere que todos los estados de la UE acudan en su ayuda en caso de ataque.
El Kremlin ridiculizó la respuesta europea, sugiriendo que estaba reaccionando “muy tímidamente, casi en un susurro”.
El lugar de EE.UU.
La semana pasada, el líder de Groenlandia dijo que el territorio debería liberarse de “las cadenas del colonialismo”, aunque no mencionó a Estados Unidos.
Un exministro de Relaciones Exteriores de Groenlandia, Pele Broberg, que ahora dirige el mayor partido de la oposición, le dijo a la BBC que la mayoría de los groenlandeses creían que Estados Unidos era vital para su defensa y seguridad.
“Somos parte del continente norteamericano, por eso la defensa de Estados Unidos está en un lugar tan bueno con respecto a Groenlandia, porque creamos una zona de amortiguación que no necesita ser militarizada”.
Pidieron un “acuerdo de libre asociación” con Estados Unidos que cubra el comercio y la defensa que le daría a Groenlandia la independencia, pero que entregara a Estados Unidos la responsabilidad de la seguridad.
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Los aliados de Trump han reforzado sus puntos de vista sobre Groenlandia.
Keith Kellogg, elegido por Trump para poner fin a la guerra en Ucrania, dijo que muchos de los comentarios del presidente electo sobre Groenlandia tenían sentido, “poniendo a Estados Unidos en una posición de liderazgo global”.
Estados Unidos es el mayor mercado de exportación de Dinamarca y las ventas aumentaron en los primeros 11 meses de 2024 a US$45.000 millones, que representan un 17,3% de las exportaciones totales del país.
A principios de esta semana, Trump dijo que impondrá aranceles a Dinamarca si rechazaba su oferta de comprar Groenlandia.
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